Con el nombramiento, la próxima semana, de la directora general de Turismo del Govern, Rosana Morillo, como nueva secretaria de Estado de Turismo, Balears recuperará peso político en el Gobierno central. El archipiélago, que con Pedro Sánchez no ha conseguido tener ni voz ni presencia en el Consejo de Ministros, ha de conformarse con puestos de segundo nivel. Contará con tres secretarios de Estado: Isabel Castro, en Migraciones; José Manuel Bar, en Educación, y ahora, en el último año de la legislatura del Gobierno PSOE-Unidas Podemos, con Rosana Morillo en Turismo, un departamento estratégico para Balears.
Otros dos políticos de las Islas, todos ellos procedentes del PSOE, también forman parte del Ejecutivo de coalición: Marc Pons, comisionado para el impulso de Energías Sostenibles en Canarias y Balears; y Joan Groizard, director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. La fluida relación de Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, con Balears, vehiculada a través de Francina Armengol e Isabel Oliver, permite recuperar este puesto para las Islas. Un alto cargo del Govern, la directora general de Turismo, Rosana Morillo, tendrá la responsabilidad de gestionar la política turística en el Gobierno de España. Balears volverá a tener interlocutor directo en Madrid para el turismo.