La actuación de la Policía ha logrado desbaratar sendas tramas de compra de votos por correo en Melilla y Mojácar (Almería), con 17 detenidos. Entre ellos dirigentes de Coalición por Melilla, que forma parte del gobierno de la ciudad autónoma; mientras que en la ciudad andaluza hay detenidos afiliados o candidatos del PSOE, formación que los ha suspendido de militancia. Caer en la tentación de intentar decantar el resultado de unas elecciones mediante el voto por correo no es una práctica novedosa, en especial cuando un escaso margen de papeletas puede suponer la victoria o la derrota.
Sin embargo, lo ocurrido en Melilla y Almería evidencia la existencia de una trama destinada a comerciar con estos votos. Pero las denuncias ciudadanas y la labor eficaz de la Policía Nacional y la Guardia Civil han logrado su desactivación. Estos hechos delictivos destapan que se pueden manipular unos resultados electorales con el pago de euros a cambio de votos. Es inadmisible. Además de exigir que se aclaren todas las responsabilidades de las personas implicadas, es preciso lanzar un mensaje de confianza: la limpieza de unos resultados no puede estar bajo sospecha en ningún momento. Es preciso endurecer las penas a los autores, pero también de aquellos ciudadanos que se han convertido en cómplices de este gravísimo delito electoral.