El equipo de gobierno en el Consell de Menorca vivió ayer otro episodio de crisis al trascender que el presidente, Adolfo Vilafranca, había decidido el viernes pasado la destitución de la consellera de Vox, Maite de Medrano, a quien, al inicio del mandato, se le había asignado la gestión de Vivienda y Agenda Urbana. Fue De Medrano quien dio a conocer la decisión adoptada por Vilafranca que, de facto, rompe el gobierno de coalición que PP y Vox formaron en el Consell insular tras las elecciones del 28 de mayo, en el marco del acuerdo general del pacto PP-Vox para la investidura de Marga Prohens como presidenta del Govern.
El Partido Popular inicia, a partir de ahora, un gobierno en minoría por el empate a seis consellers entre PP y la izquierda, que da la llave a la consellera de Vox, ahora en la oposición.
El desacuerdo se produce porque Maite de Medrano no aceptó el nombramiento de Jaime Fedelich, un hombre del PP, director insular tras haber reclamado el cese de Ricardo Galí. Vilafranca esgrime como principal motivo para destituir a De Medrano la parálisis de su departamento, con una situación que califica de «insostenible». Es preciso acabar con todos estos cambios y episodios de crisis para garantizar la estabilidad y una gestión eficaz de quienes hoy están al frente del Consell de Menorca.