El análisis sobre la evolución de la economía en Balears durante el 2023, presentado ayer por el Govern, constata que el 87 por cien del PIB regional se concentra en el sector servicios, el único que gana peso. Y al mismo tiempo, en un escenario donde Balears registra un crecimiento del 3,7 por cien -que es de un 3,8 por cien en Mallorca, Eivissa y Formentera- en Menorca es del 2,7 por cien. Una cifra desigual que tiene su explicación en el turismo, con un año récord en gasto, visitantes y contrataciones, porque Menorca es la Isla donde la actividad turística -alojamiento y oferta complementaria- tiene un menor peso en el conjunto de su economía.
Llama la atención que, a pesar de la recuperación registrada durante el 2023, que en términos agregados supera el nivel anterior a la covid, el indicador del PIB per cápita en Menorca todavía está por debajo, con 24.984 euros por persona. La economía insular depende cada vez más del turismo, en detrimento de la industria, la construcción y la agricultura. El retroceso de la industria en el último año ha sido del 1,1 por cien, lastrado por los costes energéticos, aunque Menorca es la isla más industrializada. La estructura socioeconómica menorquina está cada vez menos diversificada, y a la dependencia del turismo hay que añadir la estacionalidad. No se atisban perspectivas de cambio de rumbo.