La verdad es que con la que está cayendo últimamente no está el ánimo para muchas celebraciones colectivas. La crisis, los desalentadores datos de desempleo, los dramas que están padeciendo muchas familias y los sacrificios que estamos teniendo que hacer los ciudadanos hace que el día a día sea, cuanto menos, complicado. Sin embargo ayer fue una jornada bastante animada en Ciutadella, Maó y Es Mercadal con miles de personas reunidas en torno a diferentes actos (Sortim al carrer, Maó+Flors y la Romería). Pero la vía de escape por excelencia se producirá esta tarde a partir de las siete.
Una vez más, el fútbol profesional (un combinado de deporte y espectáculo) hará que millones de personas estén durante 90 minutos únicamente pendientes de una pelota. Lo malo es que sólo hay un campeón de Liga. Como ocurrió esta semana con el Atlético, los aficionados merengues o culés convertirán las calles en una fiesta (en algunos casos también en una batalla campal). Unos sumarán alegría, otros acumularán decepción y disgusto. Y a los que no les gusta el balompié, ¿qué?