Los menorquines no tenemos vocación turística, más bien nuestra vocación es la de funcionarios (incluso a pesar del recorte salarial que van a sufrir), dicho con todo respeto hacia ese sector. Una sociedad que quiere dedicarse al turismo nunca acometería obras en las urbanizaciones durante el verano y en Menorca sucede todo lo contrario: nuestros gobernantes deciden, en un alarde de irresponsabilidad manifiesta, realizar obras cuando la temporada turística ya se ha iniciado.
A día de hoy se están realizando obras en Es Canutells, Cala Morell, San Jaime… Incluso se ha llegado al absurdo de esperar al mes de mayo para presentar, sin ningún tipo de vergüenza, unas obras en Es Grau que, además, se van a prolongar durante todo el verano. La excusa de que en invierno no se pueden hacer obras por culpa del mal tiempo es propia de ignorantes e irresponsables.
Las patronales ASHOME y PIME llevan años denunciando los hechos, pero nuestros mandatarios hacen caso omiso y eso conlleva graves consecuencias para la economía de la Isla. El año que viene habrá elecciones y será el momento de "despedir" a algunos de nuestros políticos más irresponsables. Y es que, nos guste o no, nos hayamos enterado o no, del turismo en Menorca vivimos, más bien sobrevivimos, todos. Incluso los políticos y los más de 6.000 trabajadores que están en el paro.