Las siete diferencias

Una persona que sabe bastante de derecho laboral me dice que esta reforma es la de las siete diferencias. Aún no hemos tenido tiempo para comentarla con calma -es un vicio que tenemos, dedicar el tiempo libre a temas ligeritos- pero me gusta eso de las siete diferencias. Debe tener razón cuando las medidas parecen haber contentado únicamente a quien las ha propuesto, quedándose cortas para unos y pasándose para otros. Como aperitivo Jelen, mi contertulia, me destaca uno de los puntos de la reforma de marras- "entre las medidas que persiguen una utilización más extensa de la contratación indefinida debe destacarse, ante todo, que queda incólume la regulación sustantiva del contrato indefinido de carácter ordinario"- y, no sin razón, me argumenta "esto lo han escrito con los pies, a ver, ¿qué medida es dejar una cosa como estaba?". Aventuro un debate la mar de divertido el día que le dediquemos una horilla al asunto. Reir por no llorar, claro. Meses oyendo hablar de la necesidad de reformas estructurales en nuestra economía y ni con (sin) diálogo ni por decreto se hacen como toca.