El Foro Menorca Illa del Rei ha abierto un interesante debate y, por tanto, ha conseguido uno de sus principales objetivos. Hasta ahora, los análisis se han centrado en si la Isla cuenta o no con un modelo propio de desarrollo económico. Se ha puesto sobre la mesa una constatación: La conservación de la naturaleza y del paisaje insular, por decisiones políticas y por un consenso social en el pasado, son el principal patrimonio para encarar el futuro. Este modelo propio, que es admirado fuera y que los menorquines han decidido defender, no es cuestionado en sus elementos esenciales y es una base sólida para plantear el desarrollo que necesitamos. El debate no debería limitarse a esta cuestión, porque nuestro proyecto económico no es solamente una cuestión de modelo territorial. Si avanzamos en propuestas de futuro, la pregunta no es si hay que modificar los criterios de conservación del paisaje y de los espacios naturales, sino cómo, con qué iniciativas -algunas ya en marcha- nos preparamos para ser competitivos en la industria turística, de la que, aunque nos pese, depende nuestra economía. Enfocar ese análisis es imprescindible. Y para ello habrá que escuchar a los especialistas, de fuera y de dentro, y a los ciudadanos.
Editorial
El modelo menorquín: pasado y futuro