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Si fui hospital, tengo mal pronóstico

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Por fin acabo de leer la sorprendente noticia que hace referencia a la remodelación de nuestro antiguo hospital Verge del Toro. Gran confidencia esperada por muchos de los ciudadanos de Mahón. A algunos les provocará una gran alegría, ¡ya era hora de que se tomaran decisiones!, a otros indiferencia y a muchísimos una gran decepción. Se trata de un "proyecto" en el que todavía no están todas las decisiones tomadas, pero la división y el reparto del edificio lleva tiempo decidido. Atrás queda el coste de la obra. En estos momentos no es posible reconvertirlo en un centro sociosanitario, que daría cabida a noventa camas, porque el grado de deterioro tras tres años de cierre ya no posibilita aquella solución. En una ocasión un amigo me confirmó que jamás sería un centro sociosanitario y que sería el propio deterioro natural del edificio lo que daría la solución final. La posible especulación inmobiliaria en estos momentos está en horas bajas y por lo tanto la construcción de un gran bloque de viviendas o un hotel de tres estrellas no despierta ningún interés. La noticia no es más que un reparto de bienes entre sucursales de instituciones existentes. La mayoría de ellas en estos momentos verán sólo ampliados sus espacios con unas salas preciosas con vistas al puerto. Quizás la tramontana será el único escollo que minimizará el impacto visual.

La situación sociosanitaria en Menorca de cada vez se halla menos resuelta. La apertura del nuevo centro en Sant Lluís acumula una lista de espera que según referencias alcanza los tres años debido a que tendrá que esperarse aproximadamente este tiempo a que las personas que ocupen sus habitaciones vayan falleciendo por evolución natural y dejen espacios para que pueda ocuparse de nuevo. Los centros de día y sus posibilidades están plenamente copadas y un señor o una señora que desee acceder a una de estas plazas o a las de un socio sanitario debe ponerse en lista de espera y cuando queda libre un espacio podrá ocuparlo. Esto no tendría la menor trascendencia si el ciudadano que vive el Mahón tuviera asegurada una plaza en su ciudad y el que vive en Mercadal o Ferreries pudiera hacerlo en la suya. Esto no sucede, tú te pones en una lista y vas a parar donde sea. Es una gran solución para el desarraigo de las personas en los últimos días de su vida. Sus amigos, sus compañeros de toda la vida e incluso sus familiares en más de una ocasión quedan separados por unos escasos kilómetros que no tendrían importancia si estuviéramos hablando de personas menores de 70 años.

Es decir, éxito rotundo, no sabemos cuándo se llevará a cabo la remodelación, desconocemos si es un proyecto definitivo o sólo un disparo al aire para calmar ansiedades, necesidades o especulaciones de los habitantes. La falta de un centro sociosanitario de cada día se halla más agravada dada la longevidad de las personas, la disminución de sus recursos tras la jubilación y la carencia o dificultad de un apoyo familiar. Hablar de dinero en estos instantes es ciencia ficción, la pela es la pela y primero se atienden las importantes necesidades de la Isla Mayor que las de ese islote llamado Menorca, difícil de ubicar, y más en la actualidad, que ya no se nos reconoce por la antigua penitenciaría de La Mola ni por nuestra gran baza del turismo, que tampoco logra despegar.

Si esto fuera un partido de fútbol, diríamos: Hipertrofia de la Administración: 5. Centro Socio Sanitario: 0. Gana por goleada el incremento de la Administración, más puestos de trabajo, menos paro. Mi reflexión final sería: ¿Qué es más beneficioso para mis conciudadanos, que el incremento de puestos de trabajo fuera dedicado a una gran necesidad o a más espacio para administrarnos? La respuesta es evidente.

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