El tradicional discurso del Rey pronunciado en la Nochebuena dejó este año una acertada llamada a la unidad para hacer frente a la crisis económica. En su alocución, don Juan Carlos manifestó que "debemos proseguir y abordar juntos las reformas necesarias, cumpliendo además nuestros compromisos en materia presupuestaria y de déficit". Para ello, solicitó el apoyo de la sociedad en general, de los partidos políticos y de los agentes económicos y sociales. También apeló a la generosidad y el sentido de Estado e instó a trabajar pensando en el interés general.
Las palabras del monarca, aplaudidas ayer por los principales partidos, no deben caer en saco roto. Tanto PSOE como PP, las dos fuerzas con posibilidades reales de gobernar, se apresuraron a valorar positivamente el mensaje navideño. Sin embargo, ahora habrá que exigirles que, en el año nuevo que se avecina, las batallas electorales no sean un impedimento para lograr el consenso necesario para afrontar las reformas estructurales que demanda la realidad socioeconómica. Como dijo don Juan Carlos en estos momentos "no caben actitudes individuales ni colectivas de indiferencia o de egoísmo".