Gadeso ha presentado en Menorca su último estudio, sobre el consumo de alcohol entre los adolescentes. Sin descubrir grandes novedades, el informe confirma que las primeras copas se toman poco después de cumplir los 13 años y que se ingieren bebidas alcohólicas como un acto social, con amigos, en bares o en calles y plazas. No se detecta un incremento del consumo y tampoco que Balears y Menorca tengan unos índices superiores al resto del Estado. Las causas de que no haya noticias nuevas es que la realidad del alcoholismo es una foto fija desde hace años. Tres de cada cuatro adolescentes reconocen haber abusado del alcohol en alguna ocasión. No ven en ello un riesgo, sino que es una actividad en el marco de sus relaciones de amistad de fin de semana. De todas formas, otros estudios acentúan que el alcohol puede ser la antesala de otros hábitos de mayor riesgo y que al final desemboquen en dependencias que precisen tratamiento y en una auténtica problemática social. La educación para unos hábitos saludables debe ser una prioridad en las familias y los centros educativos. Si los jóvenes son partidarios de la defensa del medio ambiente deberían empezar por ellos mismos.
Editorial
El problema social del abuso del alcohol