Intento huir de los malos presagios. De los que intuyo, de los que se avecinan hacia un no vivir a nuestro puerto. Son tantas inestabilidades. El tema del marisqueo, las antiguas casitas de los mariscadores, la de los vecinos de Cala Figuera, los precios de los amarres de Cala Llonga, la falta de clavegueram en Cala Rata, San Antonio y entorno, el Club Marítimo de Mahón, la lamentable predicción de los comercios de baixamar, léase bares, restaurantes, tiendas de ropa, bisutería, souvenir, heladerías, librerías, etc. El comprobar y comparar el movimiento portuario de la hermana mayor, la Mallorca y la pequeña Ibiza, con nuestra Menorca, la cenicienta Balear, y digo bien denominándola Cenicienta, siempre lo fuimos y continuamos siéndolo. Ellas, las preferidas, disfrutan de vuelos, de carreteras, de caminos súper transitables, campos de golf y moltes coses més. Alguien dijo que siempre son y serán odiosas las comparaciones, pero hay cosas que claman al cielo. Esta es una de ellas. Obvié el comentar el dime y direte, de los trasatlánticos que donen mitja volta i no atraquen aquí…. Como tampoco antiguos clientes isleños de bandera francesa, noruegas e italianas, que se cansaron pagar tanto por amarre a cambio de tan poco.
Y de nuevo bajo a mi puerto. El que un día fue laureado por las naciones europeas más importantes. En su ribera se encontraban diversidad de ocupaciones. Desde maestros de ribera, calafates, pintores de embarcaciones, herreros, con sus niños a sa fornal, talleres mecánicos , alfarerías, assaonadors, cordelerías, talleres de velámenes, traficantes de maderas, de coloniales, bodegas de licoristas, los dos molinos harineros, carreteros y transportistas, bastaixos.
Cruzando el puente de la Colàrsega, tan discutido en 1912, por el mal uso que se le dio como vertedero de las cubas de recogidas de aguas sucias, siendo echadas al mar, convirtiendo es cul des sac en pestilente y transmisor de enfermedades infecciosas que tanto abundaban por aquel entonces, no hay más que hacer un repaso a la prensa para observar las defunciones que diariamente se producían.
Mientras otros se alegraban por lo que significaba aquel tramo, convertido en fructífero por su proliferación de especies marisqueras, especialmente es cors en todas sus variantes y las llamativas nacres algunas de ellas de grandes proporciones, i que jo encara ho vaig arribar a veure.
Por ventura hubo los famosos prohombres homos de seny que se ataron el cinto a la cintura, dispuestos a intervenir en el delicado tema, dando a conocer sus razones de cómo se depositaban aquel cúmulo de futuras infecciones en un lugar que el mar pocas veces llegaba y mucho menos podía arrastrar tanta suciedad mar a dentro.
Hubo otros negocios. La Eléctrica Mahonesa, la fábrica del gas. Con anterioridad la de tejidos y los desguaces, el mas importante el del señor Vicente Marí. También los militares tuvieron mucho que ver con aquel baixamar. El cuerpo de Caballería, ocupando dos puntos del mismo, en el Andén de Levante y la Viñeta, muy cerca de lo que quedaba de la Anglo Española instalada en terrenos de la Maestranza. El Dique en el Arsenal, etc.
Al pasar por baixamar, dejé de citar los almacenes de las navieras, los pescadores, los aficionados, que había un montón y los que debían vivir de ello, al elegirlo como profesión. Los mariscadores, que en la actualidad se encuentran atados de pies y manos, con la soga al cuello. A ellos deseo referirme, a los mariscadores que siendo hombres que si bien de lletra sabien poc, demostraron gran sentido común, algo muy importante, según demuestran con el escrito que presentaron al Comandante Militar de Marina de la provincia de Menorca a la vez que capitán del puerto de Mahón.
Hago saber.- Que habiendo solicitado la Sociedad Unión de Mariscadores de Mahón, autorización para ocupar la porción de terrenos sumergidos, comprendidos entre, Cala Rata y la playa de San Antonio, costa Norte de este puerto con objeto de destinarlos a la cría y multiplicación y depósito de mariscos y en especial de la almeja gravada (Venus verrucosa) se pone en conocimiento general para que en cumplimiento de lo señalado en el artículo 26 del vigente reglamento de mariscos, pueda quien quiera alegar lo que le parezca ante esta Comandancia dentro del plazo de 15 días a contar de la fecha de su publicación en el Boletín oficial de la provincia, firmado. Cayetano Tejera.
El Ayuntamiento de Mahón informó favorablemente en la sesión ordinaria del 27 de marzo de 1907. Dirigiendo escrito al señor Comandante de Marina la instancia de la sociedad Unión de Mariscadores de nuestra ciudad, pidiendo la concesión de terrenos marinos en este puerto para establecer un criadero de mariscos.
Pero fue a principios de aquel 1912 cuando se armó un gran revuelo con lo que se conocería como una nueva modalidad de pesca, es bou. La unión hace la fuerza y así se hizo, poniéndose de acuerdo a los pescadores de la isla, llegando a confeccionar un escrito que fue entregado al Comandante de Marina, por la comisión formada para solucionar el tema, compuesta por don Pedro Pons Sitges como presidente del Fomento de la Pesca, don Juan Perches representante del gremio de pescadores de Mahón, don Francisco Pons por los pescadores de Ciudadela, don Francisco Sans por los pescadores de Villa-Carlos y don Francisco Riera por los de Fornells. Pedían que se retirara el permiso de la pesca del bou en las aguas jurisdiccionales de la isla de Menorca para evitar los abusos que a diario se cometían.
El Ayuntamiento en sesión extraordinaria acordó abrir una información pública sobre si conviene o no a los intereses generales de Mahón que las barcas del bou pesquen en aguas de Menorca y de conformidad con lo acordado por la Comisión de Gobernación que es la encargada de recibirla, tendrá lugar en las casas consistoriales de esta ciudad durante el término de diez días laborables que empezarán a contar el lunes próximo, desde las once de la mañana a la una de la tarde y desde las siete a las ocho de la noche.
El Alcalde Francisco Bals (sic). Hubo cruce de palabras mayores entre el pueblo de Ciudadela y Mahón. Es des cap de ponent veían con muy buenos ojos la entrada de la nueva modalidad, mientras que los de levante alegaban que con el arrastre acabarían con las crías, mientras unos y otros se tiraban es trastos per es cap, en nuestra ciudad se formó un grupo que se llamó:
Junta de Pesca Marítima de Menorca. Por Real Orden de 31 de julio de 1912, ha sido aprobada la elección de vocales de las juntas de pesca de esta isla, que quedan constituidas con los señores siguientes:
Junta Provincial
Redes
Don Antonio Marqués, presbítero ( vocal)
Don Lucas Roselló (suplente)
Nansans, Palangras y Reunidos
Don Pedro Pons Sitges (vocal)
Don Jaime Caules Taltavull (suplente), abuelo paterno de la autora de este trabajo
Arte de mariscar
Don Juan Gomila Manent (vocal)
Don Luis Mus ( suplente)
Cetáreos y viveros
Don Mauricio Hernández (farmacéutico) vocal
Don Cristóbal Félix Mir (suplente)
Distrito de Mahón
Redes
Don Juan Perches (vocal)
Don Gaspar Melsión Roselló (suplente)
Palangra o Nansa
Don Francisco Sans (vocal)
Don Bartolomé Pons Hernandez (suplente)
Cetáreos y viveros
Don Santiago Maspoch Meliá (vocal)
Don Cristóbal Félix Mir (suplente)
Artes de mariscar
Don Antonio Comellas Carreras (vocal)
Don Antonio Carreras Mesquida (suplente)
Districto de Ciudadela
Cetáreas
Don Juan Arguimbau Ferrer (vocal)
Don Miguel Bonet Sancho ( suplente)
Artes Reunidas
Don José Agustín Pons (vocal)
Don Martín Pons Caules (suplente).