Empezó como un sueño que se prolongó posiblemente más de lo esperado y se recuperó como símbolo de orgullo colectivo. El proyecto del Menorca Bàsquet dibuja en su breve pasado una trayectoria nítida en contraste con las dificultades deportivas del presente y la incertidumbre económica del futuro. El contexto general de crisis incide sin duda en esa situación, que desde el club en primer lugar se intenta remontar con el apoyo de otras instancias. El Foro Menorca, espacio de debate sobre temas de actualidad que organiza Es Diari, propuso el miércoles una reflexión sobre la realidad de un proyecto que ha unido como ningún otro a la población menorquina y que ha generado una potente corriente sentimental cuyo caudal no puede desperdiciarse ante las primeras dificultades. Los expertos ponentes que participaron en la sesión coinciden en destacar los méritos del club y del respaldo institucional y popular que le han dado dimensión social, cuyo alcance debe implicar ahora en esa misma proporción. Lo que se ha convertido en evidente signo de identidad menorquina y en motivo de admiración fuera de este territorio merece un esfuerzo y cuantas iniciativas surjan en pro de su consolidación.
Editorial
El momento del Menorca Bàsquet