Es Mercadal acoge este fin de semana una de las citas con más tradición en el calendario ferial de la Isla y más atractivo para el público. Se superan ya las dos décadas de concurso morfológico del caballo de raza menorquina, que en las últimas ediciones se ha enriquecido con actividades complementarias propias y con un espectáculo ecuestre de primera calidad.
Casi doscientos ejemplares participan en esta convocatoria, más de la mitad de los cuales compiten en alguna de las modalidades que premian la perfección de los elementos que caracterizan la raza. Esa cifra y la constancia mostrada a lo largo de las 21 ediciones por parte de los criadores revelan el saludable momento alcanzado en este sector ganadero que, no obstante, también se resiente del momento que la economía atraviesa desde hace dos años. El trabajo de la Associació de Criadors i Propietaris en la unificación de criterios, en la ordenación de las normas y en la organización de actividades de promoción ha sido clave para el prestigio alcanzado y base de una escuela de altura en eventos de exhibición como la propia fiesta, en la que el caballo se ha convertido en símbolo de identidad menorquina, y de competición como la doma.