Ni los más optimistas del PP intuyeron siquiera el espectacular vuelco electoral a su favor del domingo 22-M. En algunos sitios, esos vuelcos son muy llamativos, por ejemplo en Menorca con el ayuntamiento de Mahón, lo del Consell y lo de Ciutadella también. En esta localidad, por tener tan cercano ese "feo" asunto de lo del señor Brondo y la compaña que ustedes recordarán, gentes que hasta hace cuatro días eran del PP, con cuyas siglas ganaron su puesto en el excelentísimo Ayuntamiento de Ciutadella, para finalmente, quién lo hubiera dicho, ser requerida su presencia ante el juez, porque la justicia les ha tomado interés, cosa que la mayor parte de veces suele suceder cuando las cosas se hacen mal. En este caso, presuntamente mal.
Merece un análisis, y no pequeño, constatar el monumental cabreo del personal hacia los socialistas, cuando en Baleares, en Madrid o en Valencia, al votante no le ha importado votar candidaturas con imputados y algunos imputados lo están, presuntamente, hasta el cuello imputados por lo de siempre. Y uno barrunta que, como casi siempre, estrujando hasta límites inverosímiles la oportunidad de dilatar la ley para dejar pasar los días en esa cuerda floja de seguir siendo presuntos chorizos. Luego pasa (porque no es la primera vez que pasa) que lo suyo, mira tú por donde, ha prescrito. Hay presuntos chorizos que hay que ver lo bien que les prescriben las cosas.
El caso es que, aún con esa fea divisa de la corrupción, con esa huella que debería causar el más justificado de los desarraigos y el desafecto más ostensible, pues nada, se ha preferido antes que votar socialista, cargar con toda la tropa de presuntos corruptos. Creo que los socialistas deberían hacérselo mirar y en profundidad. Y los que han elegido ir de la mano de imputados también deberían darle un repaso a lo suyo "porque el que es causa de la causa es causa del mal causado" aunque sólo sea por seguir con su sufragio apoyando a candidatos imputados por corrupción.
Los socialistas que le han dejado prácticamente el camino desbrozado al PP de medidas antisociales, deben de ser conscientes que durante buena parte de los cuatro años que tienen por delante de estar en la oposición en ayuntamientos y comunidades autonómicas, les pasará que todas las cosas que vayan mal, el PP va a cargarlas a la parte culpativa de lo que el PSOE haya podido hacer mal. "Es que usted no sabe como dejaron esto los socialistas".
Otra cosa que sin duda sucederá es que el PP va a empezar a encontrar los resultados de las mejoras, tanto en lo económico como en la ocupación de empleo, porque peor de lo que está es difícil. Además, barrunto que Zapatero y los suyos van aún a darnos algún disgusto más respecto a las reformas, aunque ese sea el último clavo que les quede para el ataúd político que ellos mismos, como consumados ebanistas, se han fabricado.
Los socialistas deberían de darse cuenta, y analizarlo en profundidad, que el personal no votó el 22-M en clave de política municipal o autonómica, la que mayormente se preocupa de cómo están las calles, el alumbrado, la red de aguas, los jardines, los parques, los aparcamientos, en definitiva, el utillaje de necesidad urbana. Si se hubiera votado en ese sentido, no puede ser que en alguna parte los socialistas no hayan hecho este tipo de cosas bien. Lo que pasó es que se votó en clave de política nacional y que ahí como una losa influyó el recorte de pensiones a los jubilados, jubilaciones a los 67 años, recortes salariales, abaratamiento por despido, y sobre todo una crisis mal gestionada, de manera que los votantes, más que pensar en su municipio o en su autonomía, lo que decidieron fue "zurrarle la badana" a Zapatero y al gobierno que preside. Y ahí no se quedaron cortos. No se trató, en definitiva, en las elecciones del 22-M de quien iba a gobernar ayuntamientos y autonomías, si no de castigar duramente a los socialistas, aunque eso llevara incluso a tener que votar listas de imputados o lo que es lo mismo, presuntos corruptos.