Ayer se firmó la compra de Quesería Menorquina por parte de los directivos y trabajadores de la empresa, que deja de estar en manos de Ruiz Mateos. El acto de la firma tiene un enorme valor simbólico en una Isla que necesita referentes que alimenten su capacidad de recuperación económica. Después de 19 años de la venta a Kraft, ahora puede afirmarse que la primera industria insular vuelve a ser menorquina.
La unión de los directivos y los trabajadores de Quesería Menorquina, el esfuerzo que han llevado a cabo, han permitido que ésta sea la primera empresa de Nueva Rumasa que sale del conflicto, provocado por una mala gestión, y que plantea un proyecto de continuidad para preservar los puestos de trabajo y la actividad económica.
El camino que ahora se inicia está lleno de dificultades y de retos para que esta industria vuelva a tener el peso de antaño, sin embargo hay que destacar que la firma de la compra transmite un mensaje optimista. Compartir los mismos objetivos, tener una visión clara de cómo alcanzarlos y dedicar a ello todo el esfuerzo posible, con un acuerdo de todos, es lo que ha permitido que hoy Quesería Menorquina tenga futuro.