Nuestro articulo escrito tres días después de las elecciones legislativas acababa con un interrogante. ¿Aceptarán esta vez las elites tradicionales el voto de la mayoría o quizás un posible aunque no probable golpe de estado, militar o judicial, hará retroceder el pais a otra dictadura?
Casi frescos aún los resultados provisionales, el cabeza de los amarillos ya buscaba anular la elección del domingo. Peticionó al Tribunal Constitucional para que diera por nulas las elecciones del domingo 3. Se basaba en que las normas de la Comisión Electoral eran confusas.
Lo que veíamos como improbable ha sucedido. El 19 golpe de estado, esta vez judicial esta pues en marcha. Recordemos: el Partido por Tailandia de la hermana del depuesto primer ministro Thaksin obtuvo 262 escaños. El gobernante Partido Demócrata aún en el poder obtuvo solo 160 escaños.
A los tres días el experto legal del partido perdedor pide a la Comisión Electoral que recomiende al Tribunal Constitucional la disolución del partido ganador. Se basan en que políticos inhabilitados por 5 años habían asesorado a algunos candidatos en la redacción del programa electoral del Partido por Tailandia. Al mismo tiempo un miembro de la Comisión Electoral denunciaba a la ganadora Yingluck Shinawatra por haber repartido en un mitín unos platos de fideos de sobre a los posible votantes. El artículo 97 de la Ley de Partidos Políticos, instaurada por los militares golpistas prohíbe a los políticos inhabilitados por 5 años fundar o ser ejecutivo de un partido político.
Más de lo mismo. El portavoz del Partido Demócrata pide a la Comisión Electoral que investigue alegaciones de corrupción y compra de votos contra el portavoz del Partido Demócrata. De ser así todo su partido podía ser disuelto si se le hallaba culpable.
Así va tomando cuerpo el golpe de estado judicial. La disolución del partido ganador daría el gobierno una vez más al perdedor Partido Demócrata, ahora en el poder, por anteriores por dudosas triquiñuelas electorales de los amarillos.
El conflicto está servido. Si el clamoroso triunfo del thaksinista partido de Yingluck y sus camisas rojas les es una vez más arrebatado se darán muchos supuestos para una auténtica guerra civil entre rojos y amarillos.
Anunciamos a nuestros lectores que desvelaríamos una importante noticia censurada por la prensa tailandesa por temor a la draconiana ley de lesa majestad. La "Sudeutsche Zeitung" se hizo eco el pasado 26 de mayo del extendido rumor de que el depuesto Thaksin y el heredero de la corona se habían entrevistado secretamente en Munich. Se comenta en la intimidad que Thaksin y el príncipe han mantenido una amistad y negocios en común. Como que solo una amnistía real podría permitir el regreso de Thaksin sin tener que cumplir su condena de dos años. Con la precaria salud del monarca tailandés, lleva más de un año hospitalizado con muy frágil salud a sus 83 años, la presunta entrevista entre Thaksin y el príncipe no es de descartar que hiciera inclinar al monarca para dar la amnistía que permitiendo el regreso del exiliado acabase con el impasse político tailandés y por la sumisión del pueblo a los deseos de su reverenciado rey amarillos y rojos podrían reconciliarse.
Desde la extraterritorialidad del Peñón de Gibraltar, enquistado en nuestra Andalucía, hemos bosquejado esta síntesis del actual momento político de Tailandia. La volatilidad de la situación en Tailandia nos impide hacer ninguna prognosis.
Wait and see, from Gibraltar.