El Consell y el Govern, con la intervención de ASHOME, negociaron los convenios con los touroperadores para romper la tendencia a la baja en la llegada de turistas extranjeros a Menorca, consolidada durante una década. El detalle de esos convenios nunca se ha conocido. Se han tratado como acuerdos comerciales, por tanto, distintos entre ellos y confidenciales. Sin embargo, la demora en el pago de las cantidades comprometidas con los mayoristas puede provocar el fracaso de esa gestión comercial y perjudicar la imagen de la Isla ante importantes touroperadores. Muchos de ellos todavía no han cobrado lo que les correspondía de 2010, el primer año del convenio, y nada del 2011. Acostumbrados a los recortes y a la morosidad de las administraciones, esta situación no ha de extrañar a nadie, pero es preocupante por las consecuencias que puede tener. La seriedad de los acuerdos, también en el cumplimiento de los compromisos económicos, es imprescindible para conseguir el objetivo de los convenios, que es el incremento del número de turistas extranjeros. La demora en el pago no debería haberse producido puesto que cualquier acuerdo debe contar con partida presupuestaria. La caja única que parece aplicarse cuestiona el sentido de un presupuesto público.
Editorial
La gestión comercial de las administraciones