El incremento de la producción del parque eólico de Milà es sin duda una buena noticia. Desde que se inaugurara en 2004, el pasado año batió su récord de energía producida en la Isla por la fuerza del viento, precisamente en un tiempo en las que las condiciones meteorológicas no fueron las más propicias. La mejora del rendimiento ha venido gracias a la corrección de diversas incidencias técnicas. Este avance hace que el responsable del parque, Rafael Muñoz, sea optimista y pida un cambio de mentalidad a la sociedad menorquina en el tema de las fuentes renovables. En este sentido, coincide con lo que reclamaba hace unos meses el ingeniero y vicepresidente de la Asociación Europea de Bioenergía, Marcos Martín, al apostar por el aprovechamiento de la materia prima local. Muñoz habla de instalar más molinos de nueva generación y de plantas fotovoltaicas. Martín de la biomasa. Viento, sol y los subproductos forestales para ir sustituyendo las energías fósiles que hoy aportan el 90 por ciento del consumo que necesita la Isla. Transformar el actual modelo no es fácil, principalmente por el coste que supone. Pero sí que valdría la pena estudiar como avanzar hacia un sistema energético acorde con la filosofía de la Reserva de la Biosfera.
Editorial
El desarrollo de las energías renovables