Santiago Tadeo realizó un discurso menorquinista en el acto institucional de Sant Antoni. Defendió la necesidad de "redefinir" el Consell, desde la racionalidad administrativa, sin renunciar a la capacidad de gobierno de la institución. El sentido de su intervención resuelve dudas sobre las voluntades políticas, se ajusta a la Diada y además era necesario en el momento que vivimos. Al presidente del Consell le corresponde reclamar con energía ante el Govern los recursos y las competencias que necesita Menorca y el papel protagonista de su primera institución. Y para ello debe contar con el apoyo unánime de la sociedad y de todos sus representantes. Sin esa presión, Palma se aleja y Menorca no conseguirá sus objetivos. El presidente del Consell dedicó parte de su discurso a ratificar su compromiso para mejorar el transporte aéreo. Es el mejor ejemplo de la necesidad de que la gestión del Consell, respaldada por la reivindicación social, obtenga resultados. Santiago Tadeo prometió coherencia y valentía y dijo que pretende optar más por el pragmatismo que por la ideología. Eso significa que el debate político no debe hacer perder de vista la consecución de los objetivos. Tadeo, aunque le sigue pesando la herencia económica, gira página y asume sus propios retos.
Editorial
El discurso menorquinista del presidente del Consell