Hace pocos meses mandamos una carta a nuestros gobernantes, con una propuesta de aquellas que son tan buena idea que al escucharla por primera vez, se te dibuja una sonrisa en la cara. Es tan redonda que sabemos llegará. Esperemos que sea más pronto que tarde, pero tengan por seguro que llegará.
La idea va sobre como premiar económicamente a aquellos que deciden consumen energías más limpias (renovables). Como suele ocurrir fueron los países escandinavos los que la pensaron. Allí ya funciona hace años y la idea es armonizarla en toda Europa. La acción fue coordinada desde la Patronal Europea, mandamos de forma conjunta a más de 20 gobiernos una carta titulada… ¡La belleza de la tasa del carbono!...invitándoles a poner en marcha esta tasa que ahora les explico en qué consiste.
El calentamiento global es, sin duda, uno de los problemas más difícil que enfrenta la humanidad hoy en día. La propuesta tasa sobre el carbono (CO2) es una manera sencilla y eficaz para abordar este problema y reducir el uso de combustibles fósiles.
Ya hemos hablado en alguna ocasión de cómo el CO2 y su contabilidad se ha convertido en una aceptada moneda de cambio energético. Cuando hay combustión hay emisión de CO2 y la combustión es uno de los procesos físico-químicos más usados hoy en día para producir energía. Teniendo en cuenta que hay dos tipos de CO2 emitido - el fósil que es de ciclo largo y que provoca el calentamiento de la tierra, y el no fósil, que es de ciclo corto y como ya esta presente en la naturaleza es "neutro" y necesario -, el contar cuanto y de que tipo hemos emitido por país, es una buena herramienta para saber quien calienta más o menos la tierra.
Entenderlo es sencillo. Cada producto que consumimos ha necesitado energía para llegar a nuestras manos; En su elaboración, en su transporte, durante la venta…. Y si ha necesitado energía, ha emitido CO2, por lo que antes les contaba. Esto se conoce como el ciclo de vida de CO2 y la idea es contabilizarlo y fomentar el que los procesos sean más eficientes. Es decir, menos CO2 emites, menos pagas. Además, la idea incluye distinguir entre cuanta energía renovable y no renovable usaste en el proceso. La primera cuenta como cero y la segunda suma. En resumen, alguien que se acostumbre a comprar cosas producidas de forma eficiente y con energías limpias, no pagará nada por este impuesto. También veremos que la idea no es solo poner un nuevo impuesto, es la de sustituir de forma gradual este por los existentes que han demostrado ser ineficientes y mucho más complejos.
Los países que ya la tienen en marcha, argumentan que son muchas las ventajas existentes;
Es de fácil aplicación
Actualmente todos los países cuentan con algún tipo de fiscalidad energética, por lo tanto administrativamente ya existen las estructuras y la cultura de pagar impuestos por usar energía.
Tasa neutral
No tiene que conducir a una mayor presión fiscal en general. La tasa al carbono puede incrementarse al tiempo que otros impuestos se rebajan.
Mejora la economía
Hará que sea más rentable utilizar los combustibles fósiles de manera eficiente y que sea más rentable cambiar a fuentes de energía renovables e incluso, abstenerse de utilizar energías fósiles. Habrá más dinero dirigido a la creación de empleo local, porque interesará consumir combustibles locales. Los datos que manejamos en el sector (AVEBIOM) son que, se generan 135 empleos por cada 10.000 usuarios de bioenergía, frente a 9 empleos por cada 10.000 usuarios de petróleo o gas natural.
Las cuentas son fáciles: se reducen los gastos del país al bajar las importaciones de energía. Recordemos que España compra más del 80% de su energía primaria fuera y los productos energéticos cada vez ocupan más espacio en la parte del gasto en la balanza comercial del país.
Es una tasa democrática
Es la forma más eficiente de imponer la estrategia "quien contamina paga" en relación con el cambio climático. Es una medida mejor incluso que el existente sistema propuesto por Kyoto de "cap-and-trade".
Además se aplica a todos los niveles. Es pagada por los grandes productores: petroleras, minerías de carbón y compañías de gas natural, quienes a su vez la repercuten en el precio final del combustible. Esto hace que el incremento del costo por la imposición de la tasa del carbón, sea añadido al precio final y así los consumidores de combustibles fósiles como; gasolina, gasoil, petróleo, carbón… paguen más.
Es importante entender que las tasas verdes como la del CO2 propuesta, no deben conducir a un aumento generalizado de los impuestos. Puede ser incrementada a la vez que otra tasa sobre la energía se reduce. De esta forma serán primadas las viviendas con menor consumo de combustibles fósiles y pagarán más aquellas que sobrepasen la media. Este sistema de cambio se conoce como "alternancia de tasas" ("Tax switch") y se está aplicando desde hace años de forma exitosa en Suecia.
Y lo mejor, no es nada nuevo usar una tasa del CO2. Este sistema funciona a la perfección en Suecia, Finlandia, Países Bajos, Noruega y Canadá. Recientemente Europa esta estudiando su aplicación, Francia hizo una intentona el año pasado y (la gran noticia!) China a anunciado la semana pasada que la podrá en práctica en 2015, un gesto sin precedentes a favor del cambio climático.
En fin, como pueden ver son muchas las mejoras que propone y además la bioenergía no paga tasa del carbono. El CO2 liberado en la combustión de biomasa es neutro, equivalente al CO2 captado por las especies vegetales utilizadas como biomasa. Pero, si la bioenergía es producida con ayuda de combustibles fósiles, sobre estos se aplicará la tasa del carbono y será incluida de forma directa en los costos de producción de la misma, esto incentivará el uso de biomasa de forma sostenible.
Por ir concluyendo, ya saben que empieza un año nuevo, con nuevos propósitos, nuevos retos, apasionante. Nos encontramos con un nuevo gobierno dispuesto a enderezar las cuentas de España, no sin apretarnos un poco más el cinturón a cada ciudadano. Necesitamos recortar gastos, sale más dinero del que entra en las arcas nacionales. Además, con la actividad económica bastante ralentizada, necesitamos encontrar nuevas formas de ingresos (recaudación) para que el estado siga funcionando. Es el momento dulce de los impuestos. Hay que retocarlos y pensar en "nuevos productos", nuevas formas.
Hace unos meses pusimos la propuesta de la tasa del CO2 encima de la mesa, quizá se esté repensando y pasamos a la acción. Gracias una vez más, que la bioenergía y el ahorro les acompañen en 2012.
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