Asinpros celebra esta semana 45 años de su fundación. Carlos Mir y Magda Pons fueron algunos de los impulsores de un proyecto que hoy permite ver los frutos que ha dado. Ellos pueden representar al gran número de personas que durante más de cuatro décadas se han implicado para atender de una forma digna a las personas con discapacidad intelectual, que han encontrado en Asinpros mucho más que un servicio de atención social. La calidad de vida y la humanidad de una comunidad se mide por el trato que da a los más débiles. En los primeros años de actividad se pusieron en marcha la Escola Pius XII y la granja de Bintaufa. Las famosas marchas de Asinpros cultivaron un afecto popular por esta asociación. En los últimos quince años, la entidad ha experimentado una gran mejora en la calidad asistencia. Desde el primer centro especial de trabajo y el servicio de respiro familiar, se han incorporado actividades de forma continuada, como son los talleres ocupaciones o las viviendas tuteladas, hasta la incorporación en la Fundació de Persones amb Discapacitat. El aniversario coincide con el encuentro sobre enfermedades raras, con participantes extranjeros. Hoy Asinpros sigue siendo un referente que dignifica la atención a la discapacidad.
Editorial
Asinpros, después de 45 años de compromiso