La expresión en finés de la aurora boreal, "Revontuli", viene de una fábula lapona o saami. "Repo" significa zorro (diminutivo) y "tuli" fuego. Por lo tanto "Revontuli" es Fuego del Zorro. Según la leyenda, los rabos de los zorros que corrían por los montes lapones, se golpeaban contra los montones de nieve y las chispas que salían de tales golpes se reflejaban en el cielo.
Los saami son los nativos que viven en la región de Laponia. Sus vestimentas son de colores muy vivos, como su bandera. Según la vestimenta se sabe que la persona está soltera o casada, esto es así debido a unos símbolos que se encuentra en sus cinturones y vale lo mismo para hombres que para mujeres. El traje típico es el Kaktis, en el que el hombre usa un sombrero de cuatro puntas que simboliza los cuatro puntos cardinales. También la bandera está llena de simbología y colorido. Los colores son, amarillo, (que simboliza el fuego y el Sol), azul (es el cielo), rojo (la sangre) y el verde (el bosque), y también hay dos círculos, que representan el Sol y la Luna. Toda esta simbología nos hace pensar que los saami son un pueblo que respeta profundamente la naturaleza y vive acorde con ella. El tambor de los chamanes de los saami muestra símbolos de la aurora boreal.
El fenómeno tiene varios nombres en sami; por ejemplo, es conocido como Guovssahas, que significa "la luz que puede oírse". Ciertamente, cuando las auroras son muy potentes, clasificadas como de grado cinco, el máximo, dicen que se pueden oírse unos chasquidos, pero esto no está demostrado.
Este tipo de leyendas existe en todos los pueblos de la zona, veamos algunos ejemplos. Para los Inuit (esquimales), las auroras boreales son las almas de sus antepasados que vienen a visitarles. Durante la época vikinga, la aurora boreal era la armadura de las vírgenes guerreras valkirias, que emitía una extraña luz destellante. Según las leyendas japonesas, concebir un hijo bajo la aurora boreal trae buena suerte. Los Inuit creen que si uno silba al cielo en la paz de la noche, este sonido atraerá a la aurora y se producirá. Para los saami, sin embargo el silbar también atrae a la aurora, no obstante aconsejan ser prudentes y silenciosos.
Recientemente un grupo de compañeros de la Agrupación Astronómica de Sabadell nos desplazamos a Ivalo - Saariselkä, en la Laponia finlandesa para observar el fenómeno. Y vaya si lo observamos, todas las noches que teníamos planificada la observación, tuvimos el privilegio de observarlo. ¡Es algo que hay que vivirlo al menos una vez en la vida!. Mientras íbamos hacia el lugar elegido para la observación, eran la 21h 30m hora finlandés, (una hora menos en la isla), observamos en el cielo un incipiente resplandor, empezaban los comentarios, ¿será la aurora, luces de ciudades lejanas en el horizonte? Nos invadían los nervios, pero con el paso de los minutos, ese leve resplandor, fue aumentando, adquiriendo un color verde pálido que paulatinamente subía de intensidad adquiriendo un tono verde esmeralda intenso. Se acabaron los comentarios y las incertidumbres: ¡estábamos observando nuestra primera aurora!.
A partir de ese instante, en el lugar elegido y los equipos montados, la noche avanzaba entre los comentarios del grupo, "aurora a las 9", "aurora a las 12", aurora a las 5", "otra en el zenit", y comentarios como, "oooh", "guauh", "que maravilla", etc., y los incesantes "cliks" de las cámaras. Y así pasaron casi 3 horas incesantes con el cielo lleno de auroras y temperatura que rondaba los 10ºc bajo cero.
Las auroras boreales más comunes son las de átomos de oxígeno, de color verde amarillento, que se presentan a alturas de entre 90 y 150 kilómetros. También la aurora roja, que a veces se ve sobre la verde, proviene de átomos de oxígeno, mientras que el azul se origina en los iones de la molécula de hidrógeno, podríamos describirlas como una lluvia eléctrica que hace brillar la atmósfera. Las auroras boreales se producen tanto en invierno como en verano, pero cuando hay luz todo el día no se ven y por eso es imposible verlas durante la época del Sol de medianoche. Las mejores probabilidades para verla son en septiembre-octubre y febrero-marzo, a partir de las 9 de la noche llegando a su mejor punto a las 23.30.
Normalmente son visibles entre los dos mil y tres mil kilómetros en círculo alrededor de los polos magnéticos terrestres, tanto boreal como austral. El Campo Magnético de la Tierra no sigue la limitada orientación norte-sur de las brújulas; el norte y el sur magnéticos, difieren 11 grados del norte y el sur cartesianos, este es el motivo por el cual uno de los mejores países para la observación sea Canadá, ya que el polo magnético norte está cercano a dicho país. Cada decenio pueden observarse en Europa central. El científico Esa Turunen físico especialista que trabaja en el fenómeno desde hace más de 20 años en el observatorio geofísico de Sodankylä en la Laponia finlandesa, la describe como "un lindo espectáculo con vibrantes colores que puede dar la naturaleza".
Y podríamos seguir añadiendo renglones y más renglones sobre las auroras y sobre Finlandia. Podríamos escribir sobre el Sol de medianoche, de las largas jornadas del invierno oscuro, o del verano sin noche.