El alcalde mahonés, D. Francisco Bals Pons, junto a otros representantes del partido republicano, acompañaron al señor Llansó en sus visitas a todos los pueblos de la isla pudiendo comprobar que la llegada a Fornells, según el cronista, no fue lo que hubieran deseado. Fornells declinaba sus ideales hacia los monárquicos, no obstante, hizo parada y fonda en casa del señor Gabriel Gelabert, allí en su establecimiento fue acogido y visitado por el concejal señor Pascual. Saliendo hacia Ferreries, en un tiempo récord al contrario del resto de pueblos.
Ferreries le agasajó con vítores desde la entrada del pueblo, siendo recibido por su alcalde don Francisco Florit, los tenientes de alcalde Miguel Allés, señores Pablo Pons, los concejales Lorenzo Rotger y José Cardona, con el secretario del Ayuntamiento Luis Florit. Siendo obsequiado con pastas, vino y cigarros. Una vez concluido el refrigerio, salió a las escalinatas de las Casas Consistoriales y se expresó con palabras, que fueron aclamadas por el pueblo, que fervoroso lo escuchaba, en medio de vítores, vivas y aplausos, acompañándole todo el pueblo hasta la salida del mismo, antes, el señor Mascaró en nombre de todos agradeció su visita. Teniendo grandes dificultades el automóvil en que viajaba para salir de Ferreries, los clamores eran apoteósicos.
Ciutadella. Copio textualmente: El grande, entusiasta y cariñoso recibimiento que obtuvo el doctor Llansó en todos los pueblos, el más espléndido y espectacular sin duda alguna fue el que le ofreció Ciudadela, con la imponente recepción de aquella ciudad.
A la entrada de la población esperaba un enorme gentío en el cual figuraban los ricos fabricantes y los obreros, rivalizando en muestras de entusiasmo y afecto.
Daban mayor alegría a la recepción los acordes de una nutrida banda de música. Junto al automóvil se apiñaron los más prestigiosos de nuestros amigos presididos por los veteranos de nuestras campañas a favor del ideal. Señores Benejam, Conesa, Roca, y tantos otros que muestran el patriótico sendero a los jóvenes impetuosos que se agolpaban por todas partes.( Sic)
Cambiando saludos, apretones de manos, descendió el señor Llansó del carruaje y se puso en marcha hacia el hotel. Aunque la hermosa avenida es bien amplia resultaba estrecha para contener a los que ansiaban saludar a su diputado.
Apretujándose para abrir paso se formó una estrecha calle y el doctor Llanso y su comitiva se puso en marcha lentamente al son de la alegre música entre vítores y palmadas que habían comenzado desde que se divisó el automóvil y que no cesaron hasta que entró el señor Llansó en el hotel.
Al aparecer otra vez ante el público en el balcón del hotel los siempre entusiastas ciudadelanos renovaron sus aclamaciones que redoblaron después que el diputado por Menorca saludó al pueblo y agradeció aquella grandiosa y espontánea manifestación.
Acto seguido tuvo el gusto de recibir las siguientes comisiones:
Del Comité Republicano, señores Antonio Moll y don Rafael Febrer.
Minoría del Ayuntamiento formada por los señores Cristóbal Calafell, don José Triay y don Enrique Traid.
De la Asociación Obrera, don Sebastián Salord.
Por el Casino Diecisiete de Enero, los señores Bartolomé Camps, don Miguel Moll y don Miguel Calafat.
Del Comité de Juventud Republicana, don Santiago Torres y don Jaime Medina.
De la sección médica, don Antonio Juaneda, don Juan Salord, don Juan Benejam, y don Jerónimo Juan.
De la asociación masculina de la Asociación de Socorros Mutuos, La Obrera, don José Canet, don José Pons y don José Allés.
Por la sección femenina de la referida Asociación don Francisco Casteyó y don José Bosch.
En representación de la escuela del Casino 17 de Enero estaban los señores don Rafael Torrent y don Juan Salord.
El periódico Juventud Republicana, estaba representado por don Juan Gener.
Recibió también el doctor Llansó la visita de varias prestigiosas personalidades. A las nueve y media hora anunciada para el mitin comenzó este en el hermoso local del Casino 17 de Enero.
El amplio salón, lleno por completo ofrecía un aspecto deslumbrante, habiendo aumentado en hermosura y comodidad las reformas últimamente introducidas.
El bello sexo tenía allí una espléndida representación tanto por el número como por su belleza.
Presidió el mitin el señor Camps como presidente del Casino y cedió la palabra al diputado provincial señor Canet que hizo la presentación de los oradores y a grandes rasgos esbozó los asuntos que se iban a tratar.
No sería justo haber citado los pueblos de la isla y dejar de citar Villa Carlos y Sant Lluís, entró en este último a las ocho y media del martes último de julio, acompañado de varios amigos. El Ayuntamiento del blanco pueblo y un numerosísimo grupo de vecinos con sus bellas mujeres le salieron al paso, en la misma calle principal junto a la carretera. Cuando se puso en marcha la comitiva para dirigirse a la Casa Consistorial entre vítores, aplausos, mientras una lucida banda de música dejaba oir las alegres notas de un pasodoble.
Subió el doctor Llansó al Ayuntamiento junto a sus acompañantes, llenándose el local teniendo que quedarse en la calle una gran multitud. En el estrado tomaron asiento, además del doctor Llansó los señores siguientes:
El alcalde, don Manuel Santamaría. Primeros tenientes de alcalde, don Juan Fanals y Miguel Pons.
Concejales, don Benito Sintes, Benito Mercadal, Bartolomé Sintes, Francisco Cardona, Tomás Sintes y don Guillermo Orfila. Secretario, Juan Sintes.
Al igual que el resto de poblaciones, sus mítines fueron del agrado de un público ávido y deseoso de escucharlo, su palabra fácil y llana llegaba a todos por un igual. Al día siguiente visitó Villa Carlos donde, sus fieles seguidores le esperaban, preparando la entrada del pueblo y calles adyacentes.
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