Hasta los menos avisados saben cuan maleable es el material con que están hechas las encuestas. Según se presenten, ordenen o aderecen los resultados (se cocinen, en el argot) pueden dar lugar a platos bien distintos. Lo que parecía una paella en boca de fulano, se convierte en risotto con langostinos cuando lo describe mengano.
Disponemos oportunamente de una flamante encuesta sobre la peatonalización del puerto. Me pongo pues el gorro de cocinero (no vaya a caer algún pelillo y desluzca el resultado), y me dispongo a emplatar el guiso para los amables lectores que se presten a degustarlo.
Mis consideraciones subjetivas sobre los datos objetivos contenidos en el informe de la encuesta podrían resumirse en cuatro puntos, una secuela y una pequeña nota adicional.
1.- Valoro muy positivamente que se haya producido este trabajo, y con sinceridad se lo agradezco al grupo socialista. Sin acritud ninguna, adjunto al agradecimiento un post-it expresando mi pesar porque este interés por los asuntos del puerto no se manifestara un poco más prematuramente, digamos que quizás en el siglo XX. Pero dado que el señor Tur ha reconocido públicamente (cosa que le honra) que posiblemente no se hiciera todo lo debido al respecto, sacaré inmediatamente el dedo de esta llaga para saltar cual mariposa ingrávida al jardín de enfrente.
2.-No es descabellado pensar que si esta encuesta se hubiera realizado con anterioridad a las reuniones mantenidas en el Ayuntamiento con los comerciantes del puerto (reuniones que honran por otra parte el talante de la alcaldía), quizás hubieran surgido muchas más dudas a la hora de dar el paso atrás que (tan inconvenientemente, según mi criterio) se dio. Porque los virtuales "informes "que se manejaron en aquella reunión parece que no casan suficientemente con la realidad que expresa esta encuesta.
Un ejemplo ilustrativo: si a la calculadora de mi móvil no le patinan los chips, cruzando los datos de la encuesta con los del "informe", me sale una paradoja matemática consistente en que reconociendo el 47 por ciento de los comerciantes que la peatonalización no le supuso pérdidas, al restante 53 por ciento le tocaría repartirse a pachas los tres millones de pavos que se perdieron (según afirmaba con no poco desparpajo uno de los comerciantes más apasionados con el tráfico rodado), lo que vendría a significar que la facturación habitual (esto es, cuando se pueden ver pasar de largo los coches) de esas empresas se podría comparar a la de un tramo de similar longitud en la quinta avenida de Manhattan.
3.- Representa una enorme alegría constatar que los dos grupos principales del Ayuntamiento comparten por fin preocupación por el puerto de Mahón. Esto representa una novedad epatante. La rada ha pasado por tanto de ser invisible para la administración (excepción hecha del Ministerio de Fomento, que ha sabido siempre cómo manejarla) a tener dos novios a cual más amoroso. No estoy seguro no obstante de que resulte fácil a alguno de sus pretendientes hacerla feliz. La novia ha sido descuidada por demasiado tiempo; la ruina ha calado hondo en su piel; la dejadez la ha hecho envejecer mal. ¡Era tan bonita! Lo malo es que nadie da con la medicación adecuada. Se sigue optando por probar azarosamente cremas (interrumpiendo a veces el tratamiento antes de lo aconsejado en el prospecto) en vez de asesorarse debidamente mediante consulta a prestigiosos facultativos de otras princesas que, teniendo los mismos problemas, y a pesar de ser menos agraciadas, envejecen lustrosas y elegantes.
4.-Sin necesidad de fogones, parece desprenderse con claridad de la encuesta que la falta de aparcamiento no es positiva, que la situación actual del binomio tráfico- no parking no conduce a nada bueno y que la peatonalización del año pasado tuvo fallos en su implementación. El statu quo se descarta como opción feliz.
Secuela: en definitiva, buena noticia es para el puerto que el PP y el PSOE, en estos momentos relativamente alejados de una cita electoral (que como bien sabemos suele ser época de frenética actividad hormonal que favorece y explica amores efímeros), luchen (¿unidos?) por remediar la situación de penuria en que ha caído nuestro querido espacio. ¡Que los dioses les iluminen! ¡Que el ascensor más accidentado que conocieron los tiempos se inaugure de una vez! ¡Que no sea demasiado tarde!
Nota adicional.- Si esta encuesta se hubiera ampliado a los habitantes de Mahón, en vez de circunscribirla a los comerciantes del puerto, intuyo que los resultados sufrirían una variación significativa. La pregunta sería: Siendo el puerto parte fundamental de la ciudad, ¿tendrían los mahoneses el derecho a que sus preferencias fueran escuchadas y tenidas en consideración al mismo nivel que han sido atendidas las exigencias de la Asociación de Comerciantes, cuyo criterio (dicho sea de paso) no está ni mucho menos demostrado que sea acertado?