En 2015, la Unión Europea eliminará las cuotas lácteas, lo que abre un escenario nuevo en un sector que vive entre las limitaciones de la producción y las subvenciones. Algunos colectivos se muestran optimistas, puesto que permitirá incrementar la producción y quizás la recuperación de actividad en explotaciones abandonadas. España consume 25.000 toneladas más de leche de la que produce, debido al tope de las cuotas. La producción de queso es lo que ha de permitir darle un mayor valor añadido, a pesar de que el reto está en la venta, ya que ahora se producen excedentes considerables. El reto a dos años vista precisa de preparación para afrontarlo con mejores garantías. Una parte depende de la administración. El ejemplo del debate en la comisión del Parlament es poco esperanzador. El PSOE presentó ayer una moción de medidas de apoyo al sector lácteo, con el reconocimiento del coste de la insularidad y la apertura de una línea de créditos ICO. El PP presentó un texto alternativo, con algunas ideas comunes. Al final no se aprobó ni uno ni otro. Si va a abrirse una oportunidad para el sector lácteo habrá que saber aprovecharla y no poner obstáculos.
Editorial
El sector lácteo ante la supresión de las cuotas