La recomendación es clara: necesitamos una Administración más racionalizada, con un adelgazamiento de la estructura de las empresas públicas. La persona que marca esta línea a seguir es el máximo responsable de la Sindicatura de Cuentas de Balears, Pere Antoni Mas. Esta advertencia se realizó hace tiempo, pero cayó en saco roto, al igual que la alerta sobre los riesgos futuros que se asumían con un excesivo endeudamiento. Todos estos consejos se lanzaron antes de la crisis y, como dice el síndico mayor, "si nos hubieran hecho caso quizás la situación ahora no sería la misma". Estas observaciones, reflejadas en nuestra edición de hoy, provienen de un organismo que tiene como objetivo el control de cómo se realiza la acción de gobierno y ponen sobre la mesa una primera conclusión: los gestores deben atender con diligencia las normas básicas del buen uso de las arcas públicas. Si ocurre lo contrario, Pere Antoni Mas es contundente. "La ley no se aplica con suficiente fuerza", al tiempo que reclama un sistema más rápido de exigencias de responsabilidades cuando se hace un abuso o mal uso del dinero. En estos momentos de profunda crisis, la Sindicatura de Cuentas recuerda que "los ciudadanos somos los accionistas de nuestras administraciones". Conviene que nadie lo olvide.
Editorial
Una Administración más racionalizada