Ya los tenemos aquí. El Consell ha preparado el terreno durante los últimos meses y, finalmente, el viernes empezó a explicar los recortes que ha decidido aplicar para afrontar los primeros pagos de la indemnización de 28,8 millones a Cesgarden, esa promotora a la que vulneró sus derechos al obligar a reducir las plazas del hotel que iba a construir en Son Bou.
Para empezar, vamos a aclarar que el Consell se ha comprometido a pagar a Cesgarden en 2014 un total de 1,36 millones de euros, lo que representa más o menos el 1,7 por ciento del presupuesto que maneja esta institución durante un año. El resto, el 98,3 por ciento, lo puede seguir administrando como quiera.
No es para quitarle importancia, porque sin duda la tiene y en los próximos años esta cantidad irá a más, pero en términos proporcionales es mucho más gravosa, por ejemplo, la indemización de 9,5 millones de euros que le ha caído al Ayuntamiento de Sant Lluís por el caso Orfila SL.
Es evidente que hay que pedir responsabilidades y explicar quién, cuándo y por qué tomó la decisión de quitar 128 plazas a este proyecto hotelero abriéndole el camino a una indemnización, así como aclarar los posibles errores cometidos por la defensa del Consell en los tribunales. Sin embargo, hasta ahora el PP parece más interesado en utilizar la sentencia como escudo ante cualquier crítica de PSOE y PSM a su gestión que en aclarar lo sucedido ante la opinión pública.
No estaría mal que utilizara esta misma energía, por ejemplo, para exigir al Govern que pague el dinero que le debe al Consell. Una cantidad que, según las últimas estimaciones oficiales, ronda los 30,5 millones de euros. Eso significa que el Govern adeuda en pagos atrasados más de lo que costará pagar en los próximos diez años toda la indemnización a Cesgarden, con intereses incluidos. Otra losa para el Consell.