El gobierno del Consell insular iniciará esta semana la presentación de la Norma Territorial Transitoria, el documento que empezó Cristóbal Huguet y que ha concluido Marta Vidal.
Se avecina un vivo debate, que el equipo del presidente Tadeo está interesado en propiciar, dado que, sin tener obligación legal, dará la oportunidad a los partidos de la oposición, entidades, asociaciones de toda la Isla y colegios profesionales para que formulen aportaciones y propuestas.
La consellera Vidal Crespo ya ha avanzado que esta normativa excepcional desplazará la regulación de los artículos del Plan Territorial Insular que sean señalados, lo que no implicará su derogación. Ello significa una ordenación propia del PTI, una decisión política de gran trascendencia y calado, porque, sin voluntad de alterar el actual modelo territorial, automáticamente dejarán de estar en vigor aquellas disposiciones que contradigan esta nueva regulación y al mismo tiempo legitimará las nuevas actuaciones que se podrán ejecutar.
Diez años después de su aprobación por un equipo de gobierno del Consell formado por PSOE, PSM y EM-EU, el Plan Territorial Insular será revisado ahora por otro gobierno. Corresponde al PP, que no apoyó aquel PTI, porque el 2003 no fue posible el acuerdo político ni social, afrontar el necesario proceso de modernización y actualización.
Con los objetivos y contenidos de la Norma Territorial Transitoria sobre la mesa llegará el momento de contestar a preguntas capitales. Por ejemplo, si el Plan Territorial ha sido un instrumento que, más allá de confirmar la preservación de los espacios naturales en torno a los que existe un gran pacto social, ha impulsado un desarrollo sostenible de Menorca entre los años 2003 y 2013. Porque la gran cuestión de fondo eran, son y serán los usos y las actividades autorizadas.