Se llama así, Hope (Esperanza). un niño de apenas dos años abandonado a su suerte por sus padres ya que estos creen que el niño está embrujado. Para los que vivimos en Europa nos es inimaginable pensar algo así. Gracias a ángeles en la tierra como Anja Ringgeren, una danesa que fundó y dirige la ONG que lleva su nombre y cuya meta es proporcionar amparo, cuidados médicos y educación a los infantes más vulnerables en África, hoy Hope está bien. Está en su peso, y sonríe gracias, nuevamente, a los cuidados de esta ONG. La suya es una historia de fortaleza y esperanza, pero también una muestra de la crueldad que se puede derivar del seguimiento de algunas creencias ancestrales en algunas zonas de África.
En nuestro mundo, este que decimos primer mundo, no nos escapamos de hacer cosas que llaman la atención por no tener conocimientos ni información, porque hay padres o cuidadores que no muestran interés por saber, más allá de dar a luz a un niño. Y es que traerlos al mundo es maravilloso, pero lo que realmente cuenta son sus cuidados, sobre todo en esa primera etapa de 0 a 3 años que hay que cuidar con absoluto mimo. Los niños son un tesoro nacional, y como tales hay que protegerlos. El otro día se compartía por el Facebook en sentido de crítica, creo recordar que lo colgó una madre menorquina con seis hijos (¡enhorabuena!), un vídeo donde se bañaba a un bebé debajo de un grifo -hasta ahí puede ser normal-, lo que chirriaba es que lo agarraba con una mano mientras que con la otra le lavaba la cabeza con champú, y veías su piel de días irritada, el cordón umbilical aún con la pinza se trataba sin ningún cuidado,... un desastre. Verlo te hacía sentir dolor.
Son dos ejemplos muy dispares que presento con la firme idea de que estamos en este pedazo de tierra con acceso a la información que ofrecen organizaciones y médicos muy próximos a nuestros hogares. Recomiendo hablar entre madres y padres, compartir ideas, siempre te quedas con alguna. Hay niños que no tienen esa buena suerte de haber nacido en un sitio con cultura, con internet,... Por eso hay que ver la oportunidad cada día de ser mejores padres, o cuidadores. Es un insulto no esforzarse en mejorar la educación y crianza de nuestros pequeños para hacer personas que cambien el mundo, como hace la danesa Anja, una angelita en Nigeria.