La fiabilidad, eficacia y profesionalidad de la sanidad pública en Balears están ampliamente acreditadas, con un altísimo nivel de calidad.
Su asignatura pendiente son las listas de espera, que mejoran muy lentamente pero, en conjunto, presentan demasiados pacientes inscritos que aguardan quirófano para ser intervenidos o atendidos en la consulta del especialista.
Cuando hay 13.845 personas en los hospitales públicos del archipiélago que esperan una intervención quirúrgica y 57.491 pendientes de la cita con el especialista todavía queda muchísimo trabajo por hacer.
En el caso de Menorca las listas recogen a 1.356 a la espera de una operación -con una demora media de 72,85 días, que hace un año era de 76,8 días-; 3.748 que han de ser atendidos por médicos especialistas; y 5.033 que precisan una prueba radiológica. Datos de la Conselleria de Salut a 31 de marzo.
En doce meses, los pacientes que han de entrar en el quirófano del Hospital Mateu Orfila han de esperar cuatro días menos, pero estamos hablando de retrasos medias de dos meses y medio en Menorca. Por ello, el director general del IB-Salut, Juli Fuster, pone el acento en la necesidad de acortar estos plazos.
En el conjunto de Balears, 1.831 ciudadanos podrían invocar y acogerse, si estuviera en vigor, al decreto de demora en el apartado quirúrgico y 21.390 para la consulta especializada. Pero fue derogado por el anterior Govern y aún no ha sido recuperado por el actual Ejecutivo autonómico. Un decreto que obligaba al IB-Salut a pagar, fuera de la sanidad pública, los retrasos quirúrgicos superiores a seis meses y la demoras con el especialista al rebasar los sesenta días.
Precisamos más recursos, una mejor financiación autonómica. Pero, ¿qué comunidad renunciará a parte de sus ingresos a favor de Balears y del IB-Salut?