Cada dos meses lectivos, una semana de vacaciones, así está Cantabria ahora. «Con este nuevo calendario escolar se amplían a cuatro las evaluaciones, lo que conlleva la supresión de los exámenes de septiembre en Educación Secundaria. En Bachillerato se llevará a cabo el siguiente curso. Para atender a los alumnos en los periodos de vacaciones, la Consejería abre algunos centros como espacios lúdicos con comedor, que será gratuito para familias con pocos recursos, en línea con la experiencia puesta en marcha el pasado verano». (Antena Tres noticias) Parece ser que con esta iniciativa los alumnos pueden reposar los conocimientos adquiridos y poder descansar para retomar mejor los estudios y rendir más. Además de estrechar lazos con los padres.
Pero lo que no se piensa es en la disponibilidad de los padres, ya que esta situación a los encuestados de la tierra de los sobaos les genera un problema, la conciliación. Los padres no pueden seguir este ritmo. Necesitan tirar de abuelos, y sino de canguros, y sino de clases extraescolares. Parece ser que así, no se soluciona nada. Puede generar en el pequeño estrés, en vez de desconexión.
No veo esta iniciativa del todo mal, siempre y cuando se mejoren las vidas laborables de los padres, para que puedan compartir esos momentos con los niños. Parece ser que es un modelo copiado de Europa. Según el consejero de Educación de Cantabria se persiguen dos objetivos: que los niños descansen y lleguen con ánimos a final de curso. El segundo objetivo es que haya «periodos de evaluación más cortos con el fin de tener cinco informaciones sobre el alumnado, en vez de tres, para ajustar y corregir lo que no funciona» desde un punto de vista académico. Algunos padres no están muy de acuerdo con esta iniciativa y opinan que «rompe el ritmo de los niños», «no les enseña a estar en la vida real», «les sobreprotegemos». La cuestión es que estas iniciativas parece que quieren mejorar la vida del niño en lo intelectual y en lo afectuoso. Los padres en vez de ver mejoras e intentar luchar por obtener beneficios en sus trabajos, preferimos sacrificar la vida del niño, en vez de sumar 'empresas flexibles'. Esos pocos empresarios que dejan que lleves a tu perro al trabajo o a tu hijo y que vaya haciendo los deberes mientras acabas tu jornada. Estas 'empresas flexibles' hacen compatible esta iniciativa de Cantabria, y sería un paso maravilloso en la elaboración de una sociedad más humana, y más productiva porque los padres e hijos son más felices.
@sernariadna