Creo que no lo sabe y además ningún asesor se lo ha contado al Sr. Trump que en el despacho oval hubo, tiempo ha, un presidente al que le movió la poltrona la prensa. Unos periodistas empezaron en el otoño de 1972 a sacarle punta al lápiz de lo que acabó pasando a la historia como el escándalo Watergate, que a la sazón defenestraría a Richard Nixon. 45 años más tarde, otro presidente por diferentes motivos se está enfrentando a la prensa.
«The Washington Post» ha revelado que Trump compartió información confidencial sobre actividades terroristas de ISIS con el ministro ruso Serguei Lavov. Torpe manera de empezar un mandato presidencial, ya que lo ruso no es precisamente cualquier cosa, y eso de ponerse la prensa por montera nunca le ha salido bien a ningún político, menos aún a políticos como Trump, que como quien dice en eso de ser presidente, está poco menos que estrenándose, aunque de paso, montando personales pifostrios. Quizá porque en esa dualidad de ser Donald Trump y presidente americano, aún no sabe que para América del Norte, su presidente es lo primero. Y si no quiere convertir su legislatura en un calvario, más le vale olvidarse de Donald Trump y trabajarse lo de presidente cuarenta y cinco, ya que la dualidad entre la personalidad de este hombre y la de presidente, no van precisamente de la mano; cuanto antes lo suma mejor. Lo contrario le coloca como candidato a no acabar el mandato que tiene recién estrenado y ya tan zarandeado.