Theresa May usó esta expresión ante la posibilidad de que no se aprobase su plan para abandonar la Unión Europea. La Humanidad ha experimentado muchas veces eso de entrar en un terreno inexplorado. Como nosotros ahora. Suele ir asociado a incertidumbre, peligro, aventura y nuevas conquistas teñidas de violencia. Hasta que la tierra ignota deja paso a la tierra urbanizable, muchos pringados van cayendo por el camino. Necesitamos dominar lo salvaje. Reducir lo desconocido. Pero cuando dejan de respetarse las reglas de convivencia, entramos en el «todo vale» y el «sálvese quien pueda». A río revuelto, ganancia de populistas. Fanáticos del mundo: ¡Uníos!
El 29 de marzo, los británicos se darán cuenta de que Gran Bretaña no es tan grande como antes. Encontrarán fronteras donde antes no había. Levantar muros para que no entren otros, también nos encierra a nosotros y empobrece a todos. Hay un movimiento internacional contra la globalización que, reducida a sus aspectos económicos, genera amplios rechazos. Proteccionismo comercial y mental. Multinacional antiliberal que fomenta el intervencionismo del Gobierno en los asuntos de los ciudadanos, siempre «por nuestro bien». La inmigración sin control produce una indigestión por falta de recursos.
Un geógrafo experto en demografía podría hablarnos de la influencia de la población en los grandes temas que nos afectan. Somos una isla. El nacer y el morir limitan nuestro existir.