No veo para nada justo que el gobierno que preside el Sr. Sánchez esté en sus presupuestos señalando a Catalunya como la autonomía que va a recibir el premio gordo, mientras otras autonomías más necesitadas tienen que contemplar como a ellas no les toca ni la pedrea. Ya lo dije creo que hace un par de años atrás, que de no lograr la república, sí que lograrían más que notables beneficios de otra índole, bien fuera aumentando su ya generosa situación en autogobierno, bien fuera en importantes derramas de orden crematístico. De modo que no está pasando nada que más de uno no hubiéramos ya vaticinado, y puesto a meterme en ese charco de ejercer de oráculo, diré que el gobierno y sus asesores están completamente equivocados si creen que con la política del palo y la butifarra se soluciona el problema catalán. Es tanto lo que se ha pontificado, es tanto lo que han asegurado, es tanto lo que la mitad de la población catalana se ha creído, que a estas alturas, hacer ‘pata de conejo' es muy difícil por no decir imposible, so pena de estar dispuestos a que la historia los corra a gorrazos.
Sr. Sánchez Castejón, Sres. del gobierno y Sres. asesores, el artículo 155 no arreglará el problema separatista pero la zanahoria tampoco. Rajoy y su gobierno, crearon un bucle por su opción de no hacer nada, esperando que las cosas se arreglasen solas. Ahora toca corregir, hacer la política que no se hizo y eso requiere un ejercicio de voluntad política y humana, no confundir con la dádiva personalizada que tampoco arreglará nunca del todo el problema.