Decía yo sr. Casado que ir de mitin en mitin, de entrevista en entrevista, siempre enseñando los dientes como si fuera usted un anuncio de un protésico dental, además aderezando su reiterada oratoria de descalificaciones, cuando no de mentiras, sin tener el más mínimo reparo en detenerse ante el insulto, todo eso no sirve para ganar unas elecciones, para lo único que sí es eficaz, es para conseguir el peor resultado del PP en su historia. Ya me pareció y lo dije, un atrevimiento aquello que decían ustedes de que «el PP ha vuelto»; pues si es para eso, no le veo la gracia para que se pase usted el día riendo. Algo que por propia autoestima, por contra, debería de haberle hecho dimitir la misma noche del 28 de abril nada más terminado el escrutinio. Claro que, ese punto de decoro no es previsible esperarlo en quién acusa a un oponente político, que además era el presidente del gobierno en funciones «de tener las manos manchadas de sangre», como si eso fuera cualquier cosa, y también de haber pactado con los independentistas catalanes, qué fíjese usted que ahora puede ser presidente sin la necesidad de pactar con los catalanes separatistas. Le aconsejo unos días de reflexión en un monasterio, porque es que además de perder 71 escaños del Congreso ha perdido también el Senado. Criticaba usted que Pedro Sánchez tuviera sólo 85 escaños, pues ya ve que a veces las urnas le ponen a uno en su sitio ¿qué le parece que tenga usted ahora 66? La ciudadanía está más que harta de políticos como usted, lanzando gravísimas acusaciones sin presentar pruebas. Habrá visto que eso no sale tan barato como usted y algunos de su entorno se creían.
Pienso que si Casado no negase a Sánchez cómo negó otro gallo le cantase mejor que el que le cantó. Cayetana Álvarez de Toledo ha dicho que lo del PP ha sido una derrota contundente. Hace más de un mes les vaticinaba a ustedes que su presencia iba a ser en Catalunya testimonial ¡y tanto que lo ha sido!, han pasado de seis escaños a uno solo, más testimonial imposible. Peor ha sido aún en el País Vasco. Leía en un titular de «El País», lunes 29, pág. 24, firmado por Javier Casqueiro, que le señalaba a usted como un «líder achicharrado».
Ya publiqué en estas mismas páginas que con el discurso que usted manejaba tan cansino, tan reiterado y con tantas cosas que había que poner en la balanza de lo dudoso, iba usted derechito al despeñadero. Pues mire, lo ha logrado, ya está colgado del precipicio. Si va a seguir dirigiendo la política del PP, cambie drásticamente de discurso, sea más humilde, menos prepotente, menos reiterativo y mucho cuidado con las cosas que no son ciertas. No sé si ningún asesor de los que tiene se lo habrá dicho, dosifique su sonrisa pero dosifíquela mucho aunque tuviera que perder el sponsor de protésico dental, porque a ver ahora de qué se va a reír usted. Al votante ya no le pone fino, ya no le engatusa escuchar acusaciones de tan mal gusto y calificativos verdaderamente lamentables.Usted y Rivera en los dos mítines televisados, se les notaba tanto que iban a por Pedro Sánchez que no gastaron una gota de saliva sobre el cambio climático, el trabajo de los jóvenes, un compromiso claro, contundente sobre el problema que está llamando a la puerta de los pensionistas, solo una cosa parecía interesarles: echar a Sánchez de la Moncloa, y lo que han conseguido ha sido precisamente todo lo contrario. Ahora ya no le pueden acusar ustedes de «okupa», le han llevado en volandas con sus equivocaciones adonde precisamente le querían ustedes sacar.
Le pido licencia al oráculo de Delfos para que me deje decir que, si Sánchez es capaz de hacer las cosas bien, puede que la espera para llegar a la Moncloa se les haga a ustedes larga. Ya que tengo permiso del oráculo, repito, si Sánchez hace las cosas bien, porque a veces a los socialistas hay también que darles un buen tirón de orejas. Lo de Andalucía con Griñán y Chaves es imperdonable, y las urnas se lo han hecho saber. Si no son tontos, se habrán aplicado el cuento, de lo contrario, podría durarles poco la alegría. La gente ya no aguanta más a los políticos que no recuerdan delante de un juez, que es lo qué han hecho mal, y que la corrupción sea cosa de otros tiempos, les tiene a los políticos muy equivocados. A ustedes los del PP les puede suceder que acaben teniendo más gente en la cárcel por corrupción que políticos en el Congreso. Por lo menos deberían asumir, que la corrupción llevó a Rajoy y al PP a la UCI.