Se batieron en un duelo de tuits, pero el otro tecleaba más rápido. Un tarado que escribe un tuit es un tarado global. Algún día no habrá ricos y pobres, pero confundía los deseos con la realidad. Somos Homo Sapiens, aunque no hay que generalizar. Quieren que pasemos del reino animal a la república animal. Pensaba que el mundo lo necesitaba a él para transformarse. También puede haber transición de la democracia a la dictadura. La paz no es una tregua para atacar de nuevo. Quien olvida la historia, está condenado a la estupidez. Controlar los medios de comunicación, a los jueces, a las empresas y la educación, es el primer paso hacia el descontrol de los malvados. El poder lo tienen los que manejan las marionetas. No podía leer mucho tiempo seguido, así que se hizo influencer, youtuber y tuitero. ¿Recuerdan la película «La muerte tenía un precio»? Pues una moción de censura también lo tiene y lo vamos a pagar a escote. Hoy, si quieres salir en televisión, tienes que pedir audiencia. Al ser bilingüe, le costaba más el pensamiento único. Para demasiada gente, la identidad es tener un carné. El que habló de la muerte de Dios, está muerto. Descartes dijo «Pienso, luego existo». Y hace tiempo que no piensa. Tenía la mente polarizada y el corazón de partido. Buscó a Dios en la ciencia, lo encontró en la poesía.
Me hubiese gustado escribir una columna vertebral, pero me ha salido bastante invertebrada, como España.