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Les coses senzilles

Salesianos

De los tres grupos de la Familia Salesiana fundados directamente por Don Bosco –San Juan Bosco-, el primero, la Congregación Salesiana, data de 1859. Actualmente la obra salesiana se extiende por 132 países y hay más de noventa millones de salesianos en el mundo. Se entiende por «obra salesiana» el conjunto de colegios, centros juveniles, parroquias, centros de atención al niño de la calle, centros misioneros y demás. La obra salesiana de Ciutadella de Menorca se inició el 27 de octubre de 1899, cuarenta años después de la primera fundación de Don Bosco, con la llegada de cuatro salesianos. Precisamente, el colegio que fundaron en Ciutadella se llama Colegio Salesiano San Francisco de Sales. San Francisco de Sales, nacido en 1567, procedía de una familia noble del Ducado de Saboya, pero renunció a todos sus títulos para convertirse en un teólogo muy respetado, doctor en derecho canónico y derecho civil, y es además patrón de los periodistas y escritores.

Tengo algunos recuerdos de los salesianos, en dos de cuyos colegios fui educado entre 1956 y 1967. Las aulas de los años cincuenta y sesenta me traen muchos recuerdos a la memoria, y lo cierto es que dan pie a una exuberante imaginación. Eran aulas pobres, presididas por los emblemas de la época. Desde luego, nunca tuvieron calefacción ni estufas en los inviernos azotados por la tramontana que caracterizan la isla de Menorca.

Eran aulas atestadas de alumnos, regidas bajo una disciplina poco menos que férrea en la que podría encajar muy bien el lema «la letra con sangre entra» Los profesores –casi todos sacerdotes- eran en su mayoría navarros y de ellos se me pegó el acento duro de los vascos al hablar en castellano, además del léxico que desplegaban en los sermones de mañana y tarde desde el púlpito de la iglesia de María Auxiliadora. El pecado era siempre el mismo, centrado en el cumplimiento estricto del sexto mandamiento: «No cometerás actos impuros». No voy a insistir sobre el tema, porque se han vertido ríos de tinta en torno a ese tópico monomaníaco; sólo voy a recordar que Moisés dijo a los judíos que en la tierra prometida manaban ríos de leche (y miel) Los salesianos de mi tiempo eran pobres, llevaban sotanas zurcidas, comían mucha coliflor hervida –a juzgar por el olor que invadía las aulas- y yo diría que eran todos de derechas. Mi madre me contaba que durante la guerra habían estado encerrados y que mi tío Juan les llevaba la comida de la Fonda Faner y nunca pudieron pagarla.

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