Este próximo sábado día 23 de abril se celebrará en el Hotel Port Mahón el acto de constitución de Iniciativa por Mahón (Iniciativa x Mahón) como Asociación legal en defensa del topónimo histórico de Mahón. Algunos se preguntarán por qué hay gente que nunca va a dar su brazo a torcer ante el ataque a nuestra tradición que representa la imposición forzosa, y sin pedir opinión directa al pueblo, de un nombre inmensamente ausente en nuestra trayectoria histórica.
Sí, ¿por qué seguimos apostando por mantener oficialmente el nombre histórico de Mahón para nuestra ciudad? ¿Por romanticismo, por nostalgia, por lealtad a nuestros antepasados? O ¿simplemente para defender la idiosincrasia de una ciudad que nació cartaginesa siendo Magho, pasó a manos romanas como Porto Magonis y después mutó en Mahó hasta convertirse en la mundialmente conocida ciudad de Mahón, sede de la denominación de origen de un excelente tipo de queso, y cuna de una salsa que transportada a París por un usurpador se esparció por el mundo dando nombre y fama a nuestra ciudad? Sí, puede ser por todo ello pero sobre todo por sentimentalismo… por haber nacido en Mahón, per haver nascut a Mahó, y no en los aledaños de una obra.
Entre otras cosas Mahón también ha dado nombre a un color de ropa y nuestro puerto ha sido la cuna del desarrollo moderno de la isla desde el siglo XVIII. En sus muelles nació la industrialización de la isla, en sus calas y puertos recalaron las ideas que transformaron la ancestral sociedad medieval menorquina adentrándola en el liberalismo social. El puerto de Mahón ha sido la cuna de las culturas que han formado la Menorca actual.
Desgraciadamente Mahón sufrió alcaldes felones que entregaron la ciudad a los turcos pero nunca en siglos de historia habían aparecido unos representantes municipales que (refiriéndonos a la nueva cultura de la cancelación) quisieran cancelar nuestra historia de forma tan irresponsable y nos sometieran, inconscientes, a un cambio de topónimo blasfemo, insostenible y divorciado de la sensatez.
La primera operación de esa cancelación histórica que estamos sufriendo se perpetró en 2005 camuflada bajo el concepto de ‘normalizar el topónimo' en acuerdo a una ley que hicieron los unos para ellos mismos, es decir para contentar y promocionar sus conveniencias políticas. Y así impusieron un topónimo con el que nunca se había identificado a la ciudad mas allá de muy esporádicos y puntuales errores gramaticales de unas pocas gentes medievales incultas que no sabían escribir y cometían fallos al transcribir los sonidos. La h no se pronuncia por lo que en algunos casos solo escribieron lo que pronunciaban. Es todo.
Lo más escandaloso es que estos adalides de la normalización no se la aplicaron a sí mismos. Así los Arturos no se convirtieron oficialmente en Arturs ni los Bagur en Begur (que sería lo correcto según predicaron), ni los López, esos que se inventaron informes al dente, se convirtieron en Lòpes, esa obligada puesta al día. Querían normalizar a los demás pero no a sí mismos porque se hubieran auto cancelado. Sepulcros blanqueados.
Y otros, ahora, años después, han seguido esa lamentable senda que conduce al desprestigio y al conflicto. Es penoso que el palabro en cuestión, Maó, esa estafa cultural, sea triste y dulcemente asumida por los equidistantes de mantequilla, esos que creen que dar cuerda al nacionalismo aplacará sus demandas. ¡Incautos e inocentes del copón! Al nacionalismo, esa inflamación enfermiza y narcisista de la identidad, nunca se le aplaca porque su gula es insaciable. Solo queda alzarse en su contra.
Pero sí, mientras hay vida hay esperanza y por eso siempre quedará un retén de mahoneses leales que no cejaran en su lucha por recuperar nuestra historia y tradición.
NOTAS:
1- ¿Será verdad que Francia se queda sin izquierda? ¿Y qué será entonces de la rive gauche?
2- Aínsa se afianza como candidato del PP al Ayuntamiento de Mahón. Es trabajador y lo dará todo por su ciudad.
3- Verano 22: Se prevén grandes problemas con los coches de alquiler / Hay restaurantes que no admiten más reservas / La oferta de plazas de avión para franceses ha aumentado un 200% con respecto al 2019.
4- Un Psoe que sobrevive por los apoyos del castrismo con sede en la Biosfera y siempre sumiso al chantaje del fanatismo fundamentalista, no puede dar lección alguna sobre con quién se puede pactar o no.
6- «El País» minimiza a Félix de Azúa: Al escritor y académico le han cancelado su columna de los martes en la contraportada del diario sanchista dirigido por Pepa La Mala. Su nueva línea informativa y editorial está muy clara: evitar mostrar de manera descarnada y transparente al electorado de la izquierda moderada y socialdemócrata la impostura democrática del actual presidente del Gobierno Pedro Sánchez. E impedir que se vea con claridad el daño que está haciendo a las instituciones y a la democracia española con sus políticas de alianzas con el grupo Frankenstein. Ya se teme que las siguientes cancelaciones sean las de Fernando Savater, Javier Marías o incluso José Luis Cebrián. Una deriva patética.