Por un puñado de dólares» es una película de 1964, dirigida por Sergio Leone y protagonizada por Clint Eastwood y Gian Maria Volonté. Fue la película que inició la moda de los spaghetti westerns, nada que ver con el Mundial de Qatar que terminó ayer. Ha sido la primera Copa del Mundo de fútbol realizada en otoño por los cincuenta grados de temperatura que suelen registrarse en Qatar en verano. Algunas de las informaciones que se han publicado en torno a este mundial eran preocupantes, sobre todo por lo que respecta a los derechos humanos de los trabajadores, la discriminación de las mujeres y por las comisiones de contratación. Los últimos titulares en torno a este evento hablan por sí solos: «Escándalo de sobornos a cambio de favores para Qatar en la UE». Uè!... es lo que hacen los bebés al nacer, pero aquí se trataba nada menos que de la Unión Europea y de la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili. En fin… Rien ne va plus!
Confieso que solo he visto un partido de este mundial, el de España contra Marruecos. Hace tiempo que ya no veo fútbol. Me parece escandaloso el dinero que se mueve entre fichajes multimillonarios y otros montajes que me llevan a recordar que el eslogan de un conocido equipo es: «Más que un club». Cierto, es un gran negocio. Digo que vi el partido de España contra Marruecos, en el que por cierto perdimos.
Pues bien, además de perder, se habló de esta derrota más de lo que se hablará jamás de un premio Nobel, sea de la especialidad que sea. Y estoy seguro que nuestra candidatura a llegar a cuartos de final costó más dinero de lo que mueven los libros o la investigación en nuestro país y también en los demás países del mundo. O sea que es más importante el fútbol que la investigación sobre el cáncer, pongamos por caso. Y por supuesto que la cultura. Y sin embargo, quien consiga curar a un solo enfermo de cáncer probablemente no será un futbolista. Tampoco fue un futbolista quien nos enseñó a leer y escribir a todos nosotros. Yo diría que algunos futbolistas ni siquiera saben leer y escribir bien (recuerden el caso de Nelson Pedetti, exfutbolista uruguayo, que dijo: «Vi al golero estético y se la tiré por arriba; fue un gol de odontología»). El partido soporífero de España contra Marruecos se decidió en los penaltis. Pensé: Para eso no hacía falta tanta parafernalia, bastaba con salir al campo y tirar penaltis directamente, o lo que se hacía en tiempos: lanzar una moneda al aire. Sería más económico.