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Con derecho a réplica

El que piensa pierde

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Díganme, queridos lectores, que no se han quejado ni un poquito del frío, que han sido congruentes y después de estar despotricando durante meses del calor no ha salido ni un reproche de su boca porque en enero haga frío o en febrero sople la tramontana, díganme que han tenido más coherencia que Toni Cantó, fácil, o que su referente Ramón Tamames, aún más fácil si cabe. Hablando de personas sin principios, si alguno de ustedes detecta el más mínimo atisbo, a través de mis escritos, de que estoy envejeciendo a lo Felipe González, Alfonso Guerra, Bono, el ministro manchego, no el cantante irlandés, Leguina, y un largo etc., por favor quemen mis artículos sin miramientos para darse calor. Si alguien duda del deterioro moral al que puede llegar un ser humano repasen como Walter White se convirtió en Heisenberg en la serie «Breaking Bad», todo un manual de cuán bajo puede caer una persona.

Madre mía, el primer párrafo me ha quedado como un pequeño zoológico siniestro habitado por unos ejemplares de mamífero muy chungos. Cojan aire y lean lo siguiente del tirón que es como cobra sentido: «Cabezas, eres más bruto que un arado, qué dices de aquellos que desde jovencitos se han hecho coleguitas de los verdugos y les ha importado una mierda el congénere. Aquellos hijos de explotadores que disfrutaban abusando de la criada, o robándole el coche a papá para irse a las discotecas de moda a meterse kilos de coca. Aquellos a los que regalaron títulos universitarios porque algunos rectores querían chalet adosado a las afueras y mamarse a mojitos en Cancún. Aquellos de misa diaria por la mañana y aborto en Londres en fin de semana para que no se enteraran las vecinas beatas. Aquellos que les chupaban las orejas a los tiranos y reyes más abyectos porque les molan las orgías de palacio. Aquellos que tienen la boquita llena de patria cuando odian a su país con todo su ser por eso le roban y lo espolian todo lo que pueden. Aquellos que quieren vivir como les da la gana al grito de «libertad» pero solo para ellos, porque a los demás libertad ninguna y menos si eres homosexual, mujer, inmigrante, pobre, catalán, vasco, ateo, antitaurino, antifascista y un largo etcétera. Y los peores de todos, aquellos que te ofrecen cerveza sin tapa y además te la ponen caliente y sin espuma, unos monstruos. Eh, Cabezas, qué pasa con los que nos han jodido la vida y nos la quieren seguir jodiendo a golpe de prensa corrupta y poder económico, eh qué pasa, Cabezas, cabecitas, cabezón, a ver si te aclaras».

¡Frena!, ya saben lo que pienso, pero yo no soy Shakira, no sé cantar, ni tengo millones de seguidores en el mundo, ni un Bizarrap que me produzca una canción para tirarle beef (indirectas acusadoras a tu rival, ya ven un boomer intentando ir de moderno con expresiones del rap, patético) a todos aquellos poderosos que cada día dan más náuseas, así que uso estos artículos, porque si cualquier altavoz público, por modesto que sea, no sirve para criticar al poder, y para ponerte siempre del lado de los que más sufren, díganme ustedes qué sentido tiene seguir juntando palabras.

Cerrando, que la vida va a ritmo de Tik Tok y esto se les debe estar haciendo largo, parece que estamos en un juego muy idiota donde el que piensa pierde, hay que ir a toda pastilla, como un pollo sin cabeza (como me mola está expresión tan macabra), a producir hasta el infarto, si no te aplican la ley de vagos y maleantes por más derogada que esté, no como la ley mordaza, por cierto. Rico lúpulo y feliz jueves.

conderechoareplicamenorca@gmail.com

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