El PP ha comprobado por primera vez lo que es gobernar sin mayoría absoluta. Marga Prohens es la única presidenta autonómica del PP que, sin tener la mitad más uno de los diputados, no ha tenido que ceder alguna conselleria a Vox. Es un gran mérito, pero eso no significa que pueda pasar de ellos, ni hacer como que no los necesita, porque los necesita y mucho.
Claro que tiene que cumplir el acuerdo que firmó con ellos, pero no se le puede exigir que todo esté hecho a los 100 días de su toma de posesión. No es razonable que medidas que requieren cambios importantes, planificación y diálogo con la comunidad educativa, sean impuestas ya mismo, aquí y ahora, por decreto. Eso ya se hizo y todos sabemos cómo terminó. Las cosas se harán de otra manera o será otro fracaso como el del TIL. Eso lo sabe la presidenta y está harta de decirlo.
Pero al líder del Círculo Balear y diputado de Vox, Jorge Campos, le da igual. Que se fastidien los indepes catalanistas de Més, el STEI, l'Obra Cultural, etc. Ahora es Vox quien marca la agenda y habrá más castellano y menos catalán. Sus votantes, nacionalistas españoles, lo detestan. Quieren poder elegir la lengua en que son escolarizados sus hijos, pero ¿acaso quieren que Vox impida unos presupuestos que bajan impuestos? Miren las caras de felicidad de PSOE, Més y Podemos. ¡Vaya regalazo de Vox!