¿Cómo están queridos lectores? ¿Cómo llevan la famosa cuesta de enero? Muchos la notarán porque fundieron tarjeta en Navidad y ahora toca apretarse; a unos poquitos se la sudará, porque van sobrados y para ellos el neoliberalismo de sus amigotes es una bendición; y otros muchos ni se darán cuenta porque viven en una pendiente económica hacia arriba sin fin, son esa inmensa mayoría a la que los meses se les hacen muy largos y el sueldo muy corto.
Un dato, la renta anual para considerar que una persona está en pobreza es de 10.888 euros al año, hablamos de 841 euros mensuales, pues bien, con estos parámetros, que son flipantes para vivir hoy en día, se calcula que alrededor de 9 millones y medio de personas viven con rentas inferiores. Es decir, hay seres humanos, compatriotas, con nombre y apellidos que ingresan en un mes lo que otros seres humanos, compatriotas, con nombre y apellidos compuestos se gastan en una botella de vino para cenar. Y saben qué, que los del vino caro les tienen comida la cabeza a los de 2.000 euros al mes para hacerles creer que están más cerca de ellos que de ser pobres.
A ver si nos enteramos de una vez por todas sin que se nos dispare el nivel de cortisol, aunque usted gane 10 mil euros al mes está mucho más cerca del pobre de 800 euros que de Amancio Ortega, Florentino Pérez, los líderes de los partidos de ultraderacha, Ana Botín, Pablo Motos, Ana Rosa, cualquier directivo del IBEX 35, o cualquier banquero. Siendo esto un hecho irrefutable, ¿cómo es que muchos de los de 10 mil euros, y menos, odian a los pobres y los consideran sus enemigos, unos vagos y unos parásitos y en cambio les chupan los pies, escuchan y votan, a los que están a una distancia sideral de ellos y solo velan por los intereses de las élites económicas y de sus lacayos mediáticos? Venga, a darle a las neuronas, ya vale de tanta vacua trivialidad.
Es obvio que los explotadores tienen dos maneras de alcanzar el poder, a la fuerza bruta mediante dictaduras, la Historia nos brinda cientos de ejemplos; o algo más sibilinamente, comiéndole el coco a muchos explotados para hacerles creer que el enemigo está entre los pobres y trabajadores y que ellos serán los listos que dirigirán al país a un mundo de unicornios y arco iris. De ahí su empeño en controlar todo el arco político legislativo apoyándose en el mediático barra informativo, y si eso falla, todo el arco judicial, y si eso falla todo el arco represor.
Ellos son el establishment, son los privilegiados de siempre, son los aristócratas del siglo XXI, son la gentuza depravada que vendería a su madre por más poder, más dinero y dos gramos de cocaína. Son los corruptos y degenerados más absolutos, porque el poder pudre, y el poder absoluto pudre hasta el tuétano. Son los hombres de gris de Momo, que te roban el tiempo. Son los Dementores de Harry Potter que te roban el alma y la alegría. Son los orcos del ejército de Sauron que te despedazarán para desahuciarte de tu casa, o para acallar tu libertad. Son los Sith que manejan las fuerzas del lado oscuro con más maestría que Darth Vader, y no, no son nuestros padres.
Teníamos que empezar el nuevo año directos al grano, porque gracias a los amigos de Grahame Pearce, tenemos una cajita de deliciosas IPAs esperándonos, y al lúpulo hay que mostrarle el respeto que se merece. Por eso no nos hemos ido por las ramas, por eso y porque uno empieza a estar un poquito cansado de ser educado con quienes nos roban la vida. Mucho lúpulo y feliz jueves-viernes.
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