Escribiendo estas líneas antes de que se abran las urnas en Galicia, me aventuro a decir que quien ha salido ganando es Puigdemont. Desde Waterloo ha conseguido que Pedro Sánchez incluya todas sus demandas en la Ley de Amnistía y a partir de esta semana lo iremos viendo en pequeñas píldoras ministeriales a través de la prensa. A nadie le queda ya ninguna duda de que los delitos por terrorismo poco le van a importar a un PSOE en decadencia y completamente cegado por el poder y gobernar a cualquier precio.
La no aprobación de la Ley de Amnistía hace tres semanas en el Congreso de los Diputados puso en evidencia la fragilidad permanente en la que se encuentra el gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz ya que los independentistas de Junts llevaron hasta el final su amenaza y votaron en contra de un proyecto de ley en el que según ellos no se incluyen a todos los implicados (condenados o no) en la causa separatista que en 2017 incendió las calles de Cataluña.
Las conversaciones privadas entre miembros de Junts en plena negociación para la investidura de Pedro Sánchez se evidencian ahora con los hechos y afirmaciones que emiten desde el Gobierno y miembros del Tribunal Constitucional afines al PSOE. El «mearán sangre si quieren investir a Pedro Sánchez» cobra cada vez más sentido cuando se escuchan declaraciones como las de la vicepresidenta Teresa Ribera señalando a jueces y asegurando que «tienen una implicación política importante» o a Félix Bolaños confirmando que «la Ley de Amnistía no deja a nadie fuera».
Poco o nada le importan los resultados electorales en Galicia a Pedro Sánchez. Aunque quede en última posición, él sabe que tendrá que ceder ante cualquier exigencia que le hagan desde Junts si quiere seguir en el poder. Eso sí, resulta que los que ahora quieren indultar y amnistiar a los condenados por querer romper con el modelo constitucional del 78 son quienes llevan meses movilizando a centenares de miles de personas contra ello en las plazas y calles de todo el país. Y como evidencia de que esto viene dirigido desde Moncloa, la carta que el PSOE le ha enviado al comisario de justicia europeo diciéndole que el PP ha cambiado de opinión. Lo que hay que ver... y habrá quien se lo trague.