Los grupos que luchan por el poder, políticos, empresariales o ambas cosas, lo hacen siempre y en todas partes, incluidos campos en los que carecen de competencias, como la ciencia, la salud, el entretenimiento o las costumbres. Esto no sucede porque su ansia de poder sea infinita, que suele serlo, sino porque si desocupan algún ámbito, dicho ámbito será ocupado inmediatamente por otro grupo, y por ahí se pierden las batallas. Este preámbulo no tiene que ver con el tema que ahora nos ocupa, pero me apetecía decirlo. Ya está dicho. El asunto es que esta semana se constituirán por fin las dos comisiones de investigación en el Congreso y el Senado a raíz del caso Koldo, que si el Congreso generaliza en caso mascarillas, el Senado con mayoría del PP amplia a caso Sánchez, o incluso caso mujer de Sánchez.
Estas comisiones parlamentarias de investigación, que antes de existir ya llevan semanas enfrentadas la una contra la otra en un espectáculo institucional jamás visto, habrían ahorrado trabajo si desde el principio hubiesen declarado su intención de investigarse mutuamente. Comisión de Senado para investigar al Congreso, y viceversa. De hecho, se dudaba que llegasen a constituirse formalmente, puesto que total, ya han cumplido su misión de alborotar el gallinero con colisiones institucionales. Pero no, parece que es esta semana, y pueden durar meses. Investigando a sospechosos habituales, y quizá a sus parejas, porque en este clima de lucha por el poder, todos son sospechosos, y se da por hecho que todos los sospechosos son culpables. Y aquí debo volver a ese preámbulo, más explicativo de lo que parecía. Porque incluso considerando que hoy en día se llama investigación a cualquier idiotez, y que la lucha tiene lugar en todas partes y las sospechas son certezas, los presuntos investigados, estén o no implicados, deberían dimitir en masa entre sollozos de arrepentimiento, lo cual va para largo. No digamos si ambas comisiones dan por hecho que lo investigarán todo, rumores, bulos y noticias falsas incluidas. Todo se eterniza cuando se da por hecho, y ahí está el ejemplo de Poder Judicial incorrupto. O de estas mismas comisiones de investigación, que si por ellas deben pasar todo los presuntos investigados, no acabarán nunca. Hagamos acopio de paciencia.