La situación de Gaza sigue empeorando para los palestinos, el número de muertos ya supera los 35.000. El gobierno israelí al principio de la guerra dijo a la población civil de Gaza que se trasladaran al sur para evitar muertes, ahora les dice que evacuen el sur para ir a bombardear allí. La población civil no tiene a dónde ir y el número de muertes aumenta de forma continua.
Ante esta situación, han crecido mucho las protestas contra el gobierno israelí por la masacre que esta llevando a cabo, un auténtico genocidio. De las manifestaciones en contra han tenido especial visibilidad las acampadas de estudiantes en las universidades. Empezaron en las universidades de Estados Unidos y se han extendido ha muchos países. Estas protestas nos llevan a la mente lo que pasó en las Universidades durante la guerra de Vietnam.
La respuesta estándard del gobierno de Israel a esas protestas es que son antisemitas quienes participan. Una respuesta fácil pero sin ningún sentido en la situación en que estamos. Lo peor es que el presidente Biden, colaborador leal a Israel, apoyó estas afirmaciones criticando las acampadas de estudiantes. Cada vez está más claro que para Biden será difícil ganar las elecciones este año. Con su posición con Israel ha perdido muchos apoyos entre los votantes demócratas.
En España hay acampadas de estudiantes apoyando al pueblo palestino en muchas universidades. Al revés de Estados Unidos, aquí han tenido el apoyo de mucho personal universitario y las mismas universidades están cambiando sus relaciones con las universidades de Israel. Pero, como en Estados Unidos, toda la derecha está en contra de las acampadas y da apoyo incondicional a Israel.
Un ejemplo de la reacción de la derecha a las acampadas es el comentario que ha hecho Ayuso sobre ello. «¿Van a sacar a Einstein de las universidades?», ha dicho la presidenta de la comunidad de Madrid, claramente desviando el sentido que tienen esas protestas. También Aznar por su parte negó la existencia del Estado palestino. Es curiosa la posición actual de la derecha cuando hace menos de cien años era totalmente opuesta.
El argumento de ser antisemitas quienes protestan resuena en muchas personas que tienen clara conciencia de que nuestras sociedades fueron profundamente antisemitas en el pasado. Solo repasando las persecuciones a los judíos que se llevaron acabo durante siglos de nuestra historia, mirando cómo la Inquisición los trató y cómo fueron discriminados, podemos sentir culpabilidad. No digamos ya el trato que Hitler les dio a los judíos, aunque aún haya personas que nieguen el Holocausto.
Este sentimiento antijudío nació con el comienzo de la Iglesia. Jesús, judío de Galilea, y sus discípulos, todos judíos, crearon un movimiento de renovación de la religión judía. Como Judea estaba bajo dominio romano, a Jesús se le consideró como persona peligrosa y fue crucificado por los romanos. Cuando ese movimiento se fue transformando en una nueva religión y esta se extendía entre los gentiles, la versión de la muerte de Jesús fue cambiando y se fue atribuyendo a los judíos la culpa de esa muerte. Ya en el siglo segundo la cosa quedó clara, los judíos eran los responsables de la crucifixión de Jesús. Eso fue desarrollando el odio a los judíos entre los cristianos.
Pero el hecho de que los judíos hayan sido maltratados durante siglos no justifica que el estado de Israel pueda ahora hacer lo mismo con los palestinos. La guerra de Gaza es algo inaceptable y que viola los derechos básicos. Me alegro de las protestas de los estudiantes y me uno a ellos en su protesta. Estados Unidos tiene que dejar de apoyar el gobierno de Netanyahu y parar el envío de armas a Israel. También es necesario reconocer a Palestina como estado con todos los derechos como tal.
Ni somos antisemitas ni apoyamos a terroristas. Estamos en contra de las matanzas de Gaza por parte del gobierno de Israel.