Dos destacadas políticas de izquierdas, Irene Montero y Yolanda Díaz, se van a la playa, por separado naturalmente, y los panfletos digitales arden. La justificación de muchos es que se han ido de vacaciones gracias al dinero de todos los españoles. «Viva la democracia española a costa del pueblo español», escribe uno. «La oligarquía millonaria de izquierda a costa de nuestros impuestos», escribe otro. Los hay que las mandan a los países de donde vienen todos «aquellos» en patera. Y también los que aluden a la situación económica del país: «Con la que está cayendo». Pan y circo para el pueblo. Encima, qué coño hacen en la playa dos comunistas tomando el sol y bañándose en el mar. Pero, ¿qué se han creído al comportarse como dos personas corrientes saboreando una jornada de relax como otros millones de españoles? Además, los panfletos digitales se percatan de que ambas llevan trajes de baño parecidos, lo que da lugar a pensar que pudiera ser una especie de competición entre ambas para ver a cuál le queda mejor, lo que se llama rizar el rizo a gran escala. Se enumeran las fricciones que han tenido entre ambas y el distinto modo de pasar sus días de playa.
Lo curioso es que no ocurre el mismo tratamiento en los panfletos digitales con políticos de su mismo cuño político y eso que se les ve también bien bronceados. Pero estos no se van a la playa con el dinero de los españoles porque ese dinero se lo entregan esos españoles tan gustosamente que hasta se hipotecan por ellos pese a cobrar únicamente el SMI e, incluso a veces, ni eso. Se hipotecan a la hora de entregarles su voto para que puedan viajar en yate en buena compañía porque estos sí son españoles y de buena cuna y no zurdos recalcitrantes que buscan arruinar nuestras míseras existencias y se exhiben perversamente en playas que, por todos es sabido, son de una única España, la de los panfletos digitales.