Después de «tren», sustantivo nombrado 67 veces durante del debate de política general que, el miércoles, sirvió para valorar el discurso de la presidenta Marga Prohens, el vocablo más citadado en esas sesión fue un apellido: Armengol. Ese miércoles, la presidenta actual del Congreso fue aludida 26 veces. Más que «vivienda» (23), «inmigración» (13) y las diferentes maneras que se utilizaron para referirse al impuesto turístico más conocido como ecotasa. El rastreo es posible con una consulta al Diario de Sesiones de esa jornada. Las 26 referencias a Armengol quedan lejos, eso sí, del las 80 del pleno del 12 de marzo. Las alusiones de aquel, estaban bastante justificadas pues lo que debatía de la Cámara era si se aprobaba una comisión parlamentaria para investigar la compra de mascarillas.
Cierto que, en el debate de política general, quien coló a Armengol fue el portavoz parlamentario de su partido, Iago Negueruela. Incluso dio con la locución «lo de Armengol» para referirse a «todo» lo que, supuestamente, se atribuía como propio la presidenta actual, Marga Prohens, o lo que estaba dejando escapar pudiendo aprovecharlo. No fue una estrategia casual ni una novedad. Desde el inicio de la legislatura autonómica, el PSIB se mueve con el propósito (o el deseo) de que el Govern del PP sea un paréntesis. Y, desde el primer momento y cuando la líder socialista alcanzó la presidencia del Congreso, ha habido entre Armengol y Prohens algo muy parecido a una historia dentro de otra historia. Es como un juego de sombras y de espejos.
A estas alturas de la legislatura, el PSIB tendría que estar totalmente desarbolado de haberse cumplido el guion de años anteriores y en una travesía del desierto con garrotazos al estilo de Goya. Y no ha sido así. Armengol se prepara para optar de nuevo a la secretaría general del PSIB y hasta es posible –pero eso no está formalmente decidido– que sea la candidata del partido a la presidenta del Govern en 2027. Que a alguna de «las dos presidentas» le dé tiempo a inaugurar el tren de Llucmajor es otra historia pues habrá terminado la legislatura 2027-2031 y el tren no habrá arrancado si se cumple el cronograma que Prohens presentó el jueves.
Prohens no ha salido nada mal parada del debate y esta semana ha sido un éxito de comunicación para su gabinete. El PP sale crecido, Vox se empequeñece a marchas forzadas y la izquierda reflexiona sobre lo que hizo y no hizo bien en los ocho años pasados. Y se sigue hablando de Armengol, que no ha llegado a desaparecer.