Alguien en Facebook afirma, sin atisbo de la más mínima duda (es el espíritu de los tiempos), que X no es escritor. Vamos a llamarlo X, así no nos despistamos del tema que nos ocupa. Resulta que X tiene más de diez novelas publicadas, varios ensayos sobre temas diversos, ha sido traducido a más de treinta idiomas… pero no, resulta que no es escritor.
Quien se atreve con tal afirmación también escribe, de hecho, tiene algunos libros publicados. Ignoramos si esta persona duda sobre su propia condición de escritor. Diría que no, pero vaya uno a saber.
Nos gustaría preguntarle a esta persona, de ser las redes sociales sitios civilizados en los que mantener diálogos constructivos desde la educación y el respeto, qué es ser un escritor para ella. Tal vez con su respuesta alumbre algún recoveco de nuestra mente que teníamos en penumbra. Siempre se aprende más de los que menos esperábamos aprender. La condición humana es fascinante.
De repente, me pica la curiosidad. ¿Me considerará escritor? Siento que me gustaría verme desde sus ojos. ¿Me asustaría? ¿Qué sería capaz de escribir sobre mí? ¿Llegaría a sentir desprecio por este columnista que se cree escritor? A veces es mejor quedarse con la duda.