Directo al grano: Tras la hecatombe económica y social que significó la negligencia del apagón eléctrico del pasado lunes día 28 de abril todo el pedrismo y sus cercanías han salido en tromba marcando el paso de la oca para imponer relato. Así han intentado enmascarar, disimular o disminuir la importancia de una catástrofe (que nunca había afectado a 60 millones de personas) y que se tradujo en varios fallecidos y terroríficas pérdidas económicas para muchos lo que impidió a la ciudadanía seguir durante horas con su forma de vida habitual, cosmopolita y desarrollada.
En una exhibición de esclavismo ideológico los pedristas han seguido al pie de la letra las consignas emanadas de La Moncloa pretendiendo esparcir y asentar una idea-fuerza concreta: resaltar el buen comportamiento ciudadano durante el apagón. Así, poniendo el foco en esa circunstancia externa pretenden hacer creer que el hecho del apagón fue casi una anécdota ventajosa, como una diversión puntual (posiblemente una bendición contra la masificación) que debería ser aceptado como un acto de claro progresismo.
Y sí, así, sublimándola, tapan y exculpan el error cometido. Porque error es no haber previsto esta circunstancia, ni haber rechazado la simpleza ideológica de que cualquier fuente de energía es reprobable con excepción de las renovables, esas inconstantes. La terquedad mezclada con ignorancia es siempre dañina, e incluso sonrojante.
No haber conseguido integrar correctamente las renovables en el «mix energético» ha sido la causa del apagón cuya explicación ahora el Gobierno, auto exculpándose, intenta alejar en el tiempo (6 meses requiere, no más). Los ingenieros han hablado muy claro: las energías renovables deben ser complementarias a las habituales, nunca reemplazarlas en su totalidad (como se ha intentado hacer), ya que éstas son las únicas permanentemente fiables hasta que se alcance aquella integración perfecta. Más. Intentar hacer creer que el átomo y la energía atómica son ‘fachas’ es una estupidez superior propia de fanáticos unidireccionales.
Los pedristas nada han dicho de lo que hubiese podido suceder de persistir el apagón unas horas más, ni digamos ya si uno o dos días más. ¿No creen que la relajada tranquilidad inicial, afín a una identidad festiva como la española, no hubiese mutado de inmediato (ya lo vimos con la riada valenciana) en altercados, alborotos, saqueos, disturbios, etc.? ¿Qué hubiese pasado si durante un tiempo prolongado no se hubiese podido sacar dinero de los cajeros ni comprar absolutamente nada (no a todos se les podría fiar) ¿Qué hubiese sucedido si no hubiese podido suministrarse gasolina a los vehículos o atender a las necesidades básicas? Y ahora ¿quién va a pagar las mercancías destruidas y el género de restauración arruinado por falta de refrigeración?
Por eso, leer escritos justificando la hazaña pedrista o comentándola jocosamente nos produce tristeza y disgusto. Y así lo hemos sentido leyendo varios escritos publicados en este mismo diario. En uno de ellos incluso se describía esa desgracia que ha causado el mal económico a millones de personas, como si fuera un ¡Ay, qué divertido, una tarde sin electricidad... de vuelta a la charla entre vecinos, qué bien!, ¡Uy, qué chuli, como los antiguos!... Otro pretendía justificar el llamado ‘zero electrónico’ siguiendo las estrictas consignas de su partido de modo lamentable e impropio de lo que representa. Nada se dice de las horas infinitas que tardó el gobierno en dar tranquilidad a la población, nada se dice de los encerrados toda una noche en un tren, nada sobre la causa real del apagón (ya ampliamente difundida entre los expertos no partidistas).
Tampoco ni una palabra sobre la seguridad de que no se repita (‘Eso será imposible’) porque con el pedrismo todo es posible: desde pactar con quien ‘nunca voy a hacerlo, no podría dormir’, hasta no detener a quien se prometió a detener. Desde gobernar con quien defienden a los que asesinaron a sus compañeros (sin que se les hiele la sangre), a amnistiar a delincuentes golpistas irredentos. Todo es posible con un Gobierno al que ya nadie razonable puede creer.
Creemos que jugar graciosamente con la vida y las pertenencias de los demás es miserable e intentar justificar o enmascarar una mentira con argumentos pálidos e inconsistentes, propios de cotorras, es una prueba de sumisión ideológica y tristeza argumental.
Notas:
1- Izquierda/Cesgarden, 1- Derecha/Splash, 1. ¡Mira por donde habrán conseguido empatar el partido!
2- ¿Por qué los ateos quieren que el Papa sea progre?
3- El llamado ‘yankee latino’ es el pegamento que la Iglesia necesitaba. Eso dicen. Pero marcará su propio estilo.
Algunos deberían de recatar su entusiasmo Franciscano.
4- Entre lo más novedoso destaca ya el haber escuchado hablar inglés en el Vaticano.
5- Museo Marítimo de Barcelona (MMB), exposición ‘La Infàmia’: ¿Se financió el modernismo catalán con el dinero de los esclavistas catalanes?
6- Se prepara la próxima publicación de un libro sobre los inicios de la Bisutería de Mahón.
7- ¿Cómo es posible que un Ministro de Justicia eventual critique a todo un Juez sin que pase nada?
8- ¡Qué triste ser políticamente correcto!... aunque sea rentable.
9- Alguien me recuerda lo que dijo Xesc Forteza: «Ha fet més mal a n’es mallorquí s’imposició des català (des de s’ autonomía) que 40 anys de dictadura». Ben cert.